Es moneda corriente escuchar a usuarios con quejas sobre el servicio de transporte urbano. Si bien ya se incrementó el "corte de boleto" con relación a la época de pandemia, aún hay líneas que parecen seguir con frecuencias reducidas, lo que hace que en horarios pico, los coches circulen colmados de pasajeros y dejen gente plantada en las paradas. Esas personas deben esperar 20 ó 25 minutos más -como mínimo- al coche siguiente que a veces vuelve a venir lleno y a dejarlos nuevamente en espera.
Así, por ejemplo, María suele tomarse la Línea 15 desde el norte de la ciudad para llegar hasta el centro y allí subirse a otro colectivo hasta las casas donde se desempeña como empleada doméstica. "Siempre viene lleno y no nos levanta, así que termino tomándome la empresa Recreo que, aunque es más caro, al menos sé que llegaré a horario", dijo la mujer.
Usuarios de varias líneas también dijeron a El Litoral que registran problemas con la App del "Cuando Pasa". Marca una hora de llegada a la parada y, cuando se aproxima ese horario, el reloj cambia inesperadamente, sumando minutos de espera. "No se entiende cómo puede ser esto ¿No es que las unidades tienen GPS que reportan al sistema?", cuestionaron pasajeros de las líneas 8, 10 y 2.
Desde Ciudad Universitaria, la Línea 2 recoge gran cantidad de estudiantes. Sucede que, en horarios clave, como las 13 ó 14 horas o a partir de las 18 ó 19 horas -cuando terminan algunas clases-, los coches no levantan más personas hasta que los pasajeros comienzan a descender en la zona más cercana a Recoleta. Por ende, barrio Candioti queda sin el servicio de esta línea en determinadas franjas horarias hacia el centro. "A veces pasaron tres coches llenos y no me levantaron. Yo ya estoy volviendo a casa a las 14 horas, después del trabajo, pero hay otra gente que espera conmigo y tiene que cumplir compromisos horarios pero no llega. Lo llegué a esperar 50 minutos al cole", remarcó una vecina que estaba en la parada.
Frecuencias
Otra usuaria del transporte público, en este caso de la Línea 10, que se toma el colectivo desde Guadalupe Oeste hacia el centro para ir a trabajar, se quejó por las frecuencias, principalmente, en horas de la mañana. "Si pierdo uno, tengo que esperar unos 25 minutos al próximo", dijo Irina.
Después hay líneas con mejor frecuencia, como por ejemplo el 8. "Pasa cada 10 minutos y si pierdo uno, enseguida viene el otro", comentó Alejandro, que suele tomarse esta línea desde el barrio María Selva al centro, y viceversa. Algunos también refirieron que hay días que el servicio de determinadas líneas funciona mejor dos o tres jornadas pero luego vuelve a desordenarse.
De esta manera, no es parejo el reclamo de los usuarios y probablemente tenga que ver con las empresas prestatarias de las distintas líneas. No obstante, en general las quejas son por las frecuencias, coches llenos que dejan varados a los pasajeros, mal funcionamiento del Cuando Pasa, y estado deficiente de las unidades. También los usuarios se preguntan por qué las empresas no ponen más coches en las calles, considerando que tienen un número importante de gente a la que dejan varada.
Fuente: El Litoral