Un joven que sufría intensos dolores por cálculos renales vivió una situación muy angustiante en el Hospital Cullen de Santa Fe. Llevaba tres días pidiendo atención en la guardia, pero a pesar de su dolor, lo enviaron de vuelta sin recibir el tratamiento adecuado.
"Cada día que vengo pierdo 24.000 pesos en el trabajo y no aguanto más el dolor", explicó el joven, desesperado. Su reclamo hizo que otras personas en la sala se sumaran a la protesta, indignadas por la falta de atención.
Sin embargo, cuando los reclamos se hicieron más fuertes, la policía intervino de manera excesiva, reduciendo y golpeando al joven. Los testigos, sorprendidos por la violencia, expresaron su malestar con gritos de "¡En los riñones no!".
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