Santa Fe sigue conmocionada por el caso de Lucio Belfiori, quien recibió un disparo en el cuello el 3 de febrero cuando dos motochorros le robaron la moto sobre la costanera. Dos semanas después, el joven pelea por su vida en el Hospital Cullen, mientras hay un detenido y el que blandió el arma sigue libre.
Su tío, Walter Bogdanowicz, contó que siguen insistiendo con la búsqueda de testigos para esclarecer el hecho.
“Hubo muchísima gente que estaba presente en el lugar, tanto testigos oculares como gente vecina que poseen cámaras en todo el barrio”, dijo el hombre, agregando que al menos ya comenzó a presentarse gente.
Para colaborar, el teléfono disponible es el de la Fiscalía Regional Nº 1, Ministerio Público de la Acusación, en General López 3302 (teléfono 03424585540).
Cómo está Lucio
“Él está en coma farmacológico. Si bien los médicos siempre dicen que su estado es crítico, se mantiene estable”, comunicó el tío. El personal médico está evaluando la realización de una traqueotomía para mudarle el respirador artificial y poder ir bajando la sedación, con el objetivo de avanzar con los estudios neurológicos.
El balazo que recibió Lucio en el cuello provocó una herida importante en la vena carótida, que hizo que pierda una gran cantidad de sangre. El subdirector del Cullen, doctor Hernán Malatini, había explicado esos primeros días: “Recibir una lesión tan importante de un órgano vital, como es la irrigación de oxígeno al cerebro, le puede provocar al paciente un desenlace fatal ante la pérdida de sangre. Por ser joven y por la rápida atención pudo ser superado. Después el organismo tiene que pagar la deuda de oxígeno que se produce”.
“Los médicos en principio hacían ventanas de sedación y le daban órdenes, él las comprendía y respondía moviendo las manos o los dedos, sin despertarse”, compartió el tío de Lucio, sobre esos pequeños estudios neurológicos.
Según su relato, la recomendación de los profesionales de la salud es que le hablen, sobre todo del pasado, para activarle la memoria. “Lo que hacemos habitualmente es llevarle mensajes y audios de los amigos, de la familia, de gente de la comunidad de toda la ciudad que están haciendo llegar”, contó Walter.
Y concluyó: “Hay momentos en los que vemos que intenta abrir los ojos, mover las cejas o se altera por ahí el ritmo cardíaco. Hace un par de días logró abrir un poquito los ojos y hasta se le escaparon un par de lágrimas. Como que se puso muy excitado y la novia le pudo hablar, le pidió que se calmara, que era todo lento pero que estábamos ahí y él lo pudo hacer. Después lo volvieron a medicar para que esté más tranquilo”.
Este jueves al mediodía se realizará una nueva marcha frente a la Casa de Gobierno en pedido de una Santa Fe más segura.
Fuente: UNO Santa Fe
