El Ministerio de Salud de la Nación llama a la población a extremar cuidados ante la exposición de las llamadas cianobacterias, algas verdeazuladas que liberan toxinas en aguas que durante la temporada de verano se usan comúnmente para refrescarse y constituyen una potencial amenaza para la salud ambiental y humana.
Actualmente se reportaron presencia de cianobacterias en lagunas de Santa Fe como Juan de Garay, en Santo Tomé, y Setúbal, en la capital; en las costas del Río de La Plata, a la altura de Berisso y Ensenada; en el municipio de Tigre; en la laguna bonaerense Gómez, en Junín; en el lago San Roque de la provincia de Córdoba; y en el Río Uruguay a la altura de la provincia de Entre Ríos.
De una tonalidad azul verdosa, las cianobacterias son microorganismos que se nutren de la materia orgánica alojada en el agua y realizan fotosíntesis. Las toxinas que liberan pueden provocar una amplia variedad de infecciones gastrointestinales, respiratorias, neurológicas, de la piel, de los oídos y de los ojos. Los síntomas más comunes son diarrea, erupciones cutáneas, dolor de oído, tos e irritación ocular.
La exposición a las cianobacterias puede darse tanto por la ingesta de agua contaminada, como por la inhalación de los aerosoles que desprenden estas aguas. Además, también existe la posibilidad de infección si la persona que ingresa al agua presenta algún corte o herida abierto.
Niños y niñas, mujeres embarazadas y personas con el sistema inmunológico debilitado o que presenten algún problema de salud previo, son los grupos de riesgo con mayor probabilidad de contagio. En estos casos, se aconseja consultar al médico antes de nadar en aguas naturales.
Además, el Ministerio de Salud recomienda verificar si la playa se encuentra cerrada, se encuentra bajo advertencia por razones de salud o seguridad, o está debidamente monitoreada y controlada, especialmente después de una lluvia intensa.
Las sequías y bajantes hídricas, la contaminación por la actividad antrópica, las altas temperaturas estacionales, junto con los impactos derivados del cambio climático, son factores que coadyuvan a la excesiva floración de este tipo de algas.
Mantenerse fuera del agua:
-Si hay carteles que dicen que el área está cerrada. Esto puede deberse a que el agua es insegura para nadar.
-Si presenta un color diferente al habitual, parece más turbia o huele mal. Esto puede ser una advertencia de que hay más cantidad de microorganismos en el agua que lo normal.
-Si se observa en la orilla una masa verde brillante similar a una mancha de pintura o una masa espesa marrón. Esto podría significar que hay una floración de algas nocivas en el agua que pueden provocar enfermedades.
-Luego de una lluvia intensa, ya que se pueden drenar desperdicios en el área que enturbian más el agua.
-Si se ven tuberías que drenen el agua, especialmente después de tormentas intensas o de lluvias que se presentan tras largos periodos de sequía.
-Si se tiene diarrea. Los gérmenes pueden enfermar a otros nadadores si tragan agua contaminada.
-Si se tiene un corte o una herida abierta. En caso de ingresar, utilizar un vendaje a prueba de agua para cubrirlo completamente.
Fuente: El Litoral