Dos de los quince arrestados por los desmanes ocurridos el lunes, luego de finalizado el partido que disputaron Unión y Sarmiento de Junín por la 16° fecha de la Liga Profesional de Fútbol, recuperaron la libertad este miércoles, tras firmar una suspensión de juicio aprueba que los mantendrá alejados de las canchas por 2 y 3 años.
Se trata de un comerciante de 61 años, identificado por sus iniciales E.R.G.; y H.G.A., taxista, de 39 años. Ambos fueron trasladados en horas de la tarde a los tribunales locales, donde se los imputó por los delitos de "resistencia a la autoridad y lesiones leves", al primero; y "daño", al segundo. Los delitos fueron enmarcados en el contexto de violencia en espectáculo deportivo, según lo previsto en la ley nacional N° 23.184.
Los dos fueron imputados, por separado y con sus respectivas defensas, a cargo de los abogados Claudio Torres del Sel y Natalia Giordano por el comerciante y Diego Guirado por el taxista. Las audiencias estuvieron a cargo del juez penal José García Troiano y la atribución delictiva fue formulada por la fiscal María Laura Urquiza.
Las audiencias se dividieron en dos partes. La primera, dedicada a la exposición de los hechos, y la segunda a darle tratamiento a los acuerdos de suspensión de juicio a prueba que los dos firmaron por separado.
"El club es nuestro"
En el caso del comerciante, la fiscal Urquiza lo acusó de haber proferido insultos a la dirigencia al término del partido y cuando la gente ya se estaba retirando del estadio. E.R.G. habría intentado traspasar un portón a la altura de la escalera de acceso de la platea alta, al grito de "en club es nuestro, abran el portón".
Los agravios verbales estaban dirigidos a directivos de la institución rojiblanca a quienes se los responsabilizaba por la derrota deportiva 2 a 0 y por el presente deportivo del equipo, así como a los empleados de Utedyc que le impedían el paso, junto con la policía.
En ese contexto E.R.G. habría propinado un golpe en la cara a un uniformado que custodiaba el portón, por lo cual además de la resistencia a la autoridad le atribuyeron las lesiones.
Reparación económica
Como se trata de una persona sin antecedentes penales condenatorios y los delitos prevén penas de ejecución condicional, fiscalía y defensa acordaron el empleo del instituto de la "suspensión de juicio a prueba" por un plazo de dos años, durante los cuales deberá cumplir las siguientes reglas de conducta: Fijar domicilio; someterse al control del Patronato de Liberados y abstenerse de abusar de bebidas alcohólicas y consumo de estupefacientes.
Asimismo, por estar los delitos enmarcados en la ley contra la violencia en espectáculos deportivos, se fijó una prohibición de 3 años para asistir a eventos deportivos de los que participe el club Unión, ya sean en condición de local, visitante o cancha neutral; así como de presenciar prácticas o acudir a concentraciones donde se encuentre el plantel profesional.
Por otra parte, se estableció una prohibición de acercamiento de 500 metros para con jugadores, miembros del cuerpo técnico y dirigentes del club Unión por el mismo lapso de 3 años.
Por último, el implicado se comprometió a pagar $ 200.000 a modo de reparación simbólica, los cuales estarán en partes iguales destinados a la Asociación Civil Un Mundo de Esperanza y Asociación Social y Deportiva Loyola.
Contra una cámara
En el caso del taxista H.G.A. se lo acusó de haber golpeado los equipos de trabajo de un camarógrafo que estaba registrando la salida de los simpatizantes tatengues, a la altura del Portón 11, el mismo lunes 15 de mayo, aproximadamente a las 17.15 horas.
Al grito de "¡Qué hacen acá, vayan a buscar sangre a otro lado!", el enardecido espectador lanzó golpes a la cámara, por lo que fue imputado por el delito de "daño" en el marco de espectáculos deportivos.
En su caso, la probation será por 1 años, con idénticas reglas de conducta que el anterior. En tanto la prohibición para ingresar a las canchas será por 2 años, lo mismo que la prohibición de acercamiento a menos de 500 metros de jugadores, cuerpo técnico y dirigentes. En este caso, las prohibiciones regirán únicamente para los días de partido de local, dado que H.G.A. trabaja como chofer de taxi y tiene la parada en las inmediaciones del estadio 15 de Abril.
En cuanto a la reparación, el taxista se comprometió a pagar $ 150.000 al camarógrafo agredido, en tres cuotas de $ 50.000 a abonarse a partir del 23 de mayo en tres cuotas mensuales consecutivas.
Con información de El Litoral