El tropezón duele porque el objetivo de consagrarse campeón quedó trunco. La Selección Argentina cayó 1-0 ante Ecuador, que mereció la expulsión de Kenny Arroyo por un puñetazo sobre Dylan Gorosito, y perdió el invicto en la cuarta jornada del Hexagonal Final del Sudamericano Sub-17.
Luego de asegurar el pase al Mundial, los dirigidos por Diego Placente fueron doblegados por el gol tempranero de Kendry Páez, la figura de 15 años que tiene Independiente Santa Fe y que ya fue comprada por Chelsea a cambio de 20 millones de euros.
El 10 se metió por la derecha, amagó y sacó un potente remate de zurda al primer palo, imposible para el arquero Froilán Díaz, a los seis minutos del primer tiempo.
Desde ese momento, sobre todo en el segundo tiempo, cuando el dominio fue total, la Selección Argentina hizo todo lo posible para rescatar al menos un punto.
Pero lo que atentó contra las ilusiones de Claudio Echeverri y compañía fueron tres aspectos específicos: el cuestionable desempeño de la terna arbitral, sumada la forma descarada del anfitrión de hacer tiempo y las imprecisiones por el desgaste bajo la lluvia.
Así, la Selección Argentina quedó tercera en la tabla de posiciones con siete puntos, sin chances matemáticas ante Brasil, el próximo domingo, de quedarse con el Hexagonal Final del Sudamericano Sub-17.