El equipo de Demichelis arrancó perdiendo, se recompuso con goles de De La Cruz y Barco, pero sufrió la expulsión de Enzo Díaz a los 37′PT y la igualdad del elenco peruano. Sin embargo, en el complemento se impuso con auotirdad con otro tanto de Barco y Pablo Solari.
Un partido de menor a mayor logró disputar el equipo de Martín Demichelis, y aún cuando quedó en inferioridad numérica y con un empate impensado, dio la seguridad de que su ímpetu ya era imparable y que su éxito sería cuestión de tiempo.
A los seis minutos de la parte inicial, los peruanos sorprendieron al ponerse en ventaja con un cabezazo de Ignacio tras un córner. pero el local no tardó en ponerse en partido amenazando primero con Nacho Fernández y, a los 17, igualando el marcador con un cabezazo de Nicolás De la Cruz tras un centro desde la izquierda. Siguió el festival local con un tiro en el palo del mismo De la Cruz y otro intento de Lucas Beltrán que tapó Renato Solís, hasta que a los 35 no sorprendió que Esequiel Barco amagara por izquierda y definiera esquinado al primer palo con colaboración del arquero para que La Banda pasara al frente.
Pero el destino le tendría preparado un par de escollos más al anfitrión. A los 38 y en una contra, Washington Corozo quedó corriendo solo rumbo a Franco Armani, se le cruzó Enzo Díaz en la medialuna y se ganó la tarjeta roja por último recurso. Para más dificultad, Corozo ejecutó magistralmente ese mismo tiro libre y lo colocó a la izquierda del arquero a los 40. Dos a dos y a empezar de nuevo.
Pero en el complemento, a la visita se le acabaron las variantes mientras River las aprovechaba una tras otra para rápidamente cerrar el pleito. A los siete minutos, Barco reapareció por derecha para capturar un rebote de un remate propio y definir con un sablazo que se desvió para vencer a Solís. Y a los 16, la joya: Enzo Pérez lanzó para el ingresado Pablo Solari que, por derecha, empaló ante el arquero para finiquitar la noche más temprano que tarde.
Y no hubo más acción aunque faltara mucho. River abrazó un triunfo valioso y merecido, para tras el tropiezo inicial empezar a desandar con confianza su camino copero.
