El Gobierno informará hoy que la inflación se ubicó por debajo del 5% en diciembre y en torno del 95% en todo 2022, el mayor registro desde el inicio del plan de convertibilidad en 1991.
El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) dará a conocer el último daño del año pasado del índice de precios al consumidor (IPC), que marcaría por segundo mes consecutivo una suba inferior al 5 por ciento, tal como lo adelantó con entusiasmo el ministro de Economía, Sergio Massa. El funcionario además ratificó que para abril el índice debería arrancar con un “3″ y pico.
En 1991 el índice arrojó un 84% y luego de la explosión de la convertibilidad, en 2002 terminó en el 40% y ascendió al 54% el último año de la gestión de Mauricio Macri; en las dos gestiones de Cristina Kirchner no se supo cuál fue el dato real por la manipulación del Indec, pero las consultoras privadas estimaron que promedió el 25% anual.
En términos de resultados acumulados, con el número de diciembre, el gobierno de Alberto Fernández alcanzó un 300% de inflación desde diciembre del 2019 y superó en 3 años a la administración de Macri, de 4 años. Se trata del mayor incremento durante un gobierno desde principios de los 90.
El equipo económico pudo reducir desde que inició su gestión en julio, tras la traumática salida de Martín Guzmán, el dato mensual de la inflación, que rondaba entre el 6 y el 7 por ciento mensual, con un incremento de las reservas internacionales y más controles sobre los precios al consumidor a través del programa Precios Justos, que tiene una pauta de incremento mensual del 4 por ciento.
Un dato que generó preocupación es que el rubro alimentos y bebidas que mide la ciudad de Buenos Aires tuvo un repunte en diciembre a pesar de Precios Justos: después de haber aumentado un 4,2% en noviembre trepó 4,7% el mes pasado.
El jefe de estadísticas porteño, José Donati, explicó que en la medición realizada por la Ciudad se notó una fuerte diferencia entre los precios de alimentos en los supermercados (donde llega el programa Precios Justos) y el resto de las superficies, como mercados de cercanía o autoservicios, por ejemplo, donde no se aplica este programa.
En la medición del Indec el incremento de los alimentos se moderó a 3,5% en noviembre y una cifra parecida se informaría en diciembre. Pero los expertos creen que no será sencillo mantener el índice por debajo de la inflación promedio, dados los problemas de acceso a los insumos importados y los aumentos salariales ya negociados por las empresas, entre otras cuestiones. Más aún, creen que es posible que a partir de marzo la intención de Massa sea que las futuras listas de incrementos que llegan a los supermercados incluyan aumentos solo de 3% y no del 4% como se negoció para estos 120 días.
“Ya atravesamos mil veces programas de control de precios y los resultados son siempre los mismos. Tiene resultado al principio, logrando una baja gradual de la inflación, pero con el paso de los meses viene un rebote que termina desatando todos los aumentos que estaban contenidos”, agregó Donati.
Otros sectores que están fuera del control oficial también presentan incrementos muy por encima del promedio. Es el caso de restaurantes y hoteles, con subas del 9% en diciembre, con una suba importante el año pasado luego del parate de la pandemia y la indumentaria, que aumentó otro 6,3% pese a que está vigente un supuesto congelamiento que no es tal en la mayoría de los puntos de venta. De hecho, la ropa es el rubro que más subió en 2022.
El Banco Mundial expresó esta semana que la Argentina tiene por delante un complejo desafío porque debe bajar la inflación por debajo del 90% y, a la vez, permitir que el tipo de cambio oficial no se atrase y continúe la reducción de los subsidios energéticos en las tarifas de los servicios públicos del área metropolitana.
El Ministerio de Economía colocó en el presupuesto una proyección de suba de la inflación del 60%, pero los analistas privados consultados por el Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) afirman que llegará al 98 por ciento este año. Estimar precios en una economía con alta volatilidad es difícil para todos los agentes económicos; de hecho, Guzmán había calculado que la inflación llegaría este año al 33% y en los hechos el dato se triplicó.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) también alertó sobre la necesidad de contener la alta inflación, que el año pasado fue la segunda más alta de América latina después del 305% registrado por Venezuela.
Fuente: Infobae.