Cuando recién comenzó el año y faltan aún dos meses de desarrollo de la etapa actual del programa Precios Justos con empresas de consumo masivo, el Gobierno comenzó a delinear cómo deberá ser, a partir de marzo, el capítulo que comience por otros cuatro meses para mantener a raya los valores de un grupo amplio de bienes en las góndolas.
Las empresas, por su parte, mientras todavía evalúan en reuniones y contactos informales con la Secretaría de Comercio la marcha del programa, esperan señales: descongelar algunos de los bienes incluidos en la canasta y más dólares para la importación de insumos, algo sobre lo que el ministro de Economía Sergio Massa dio alguna pista en las últimas horas.
El programa de Precios Justos comenzó en noviembre, tiene poco menos de dos meses de vuelo y en ambos lados todavía están en etapa de examen sobre cómo funciona y qué puntos débiles todavía permanecen en su implementación, entre ellas, y principalmente, un abastecimiento completo de los casi 2.000 productos contemplados en la canasta acordada.
Este último viernes, el secretario de Comercio Matías Tombolini tuvo una reunión con autoridades de la Asociación de Supermercados (ASU), que son el último eslabón en el convenio de precios. Los inspectores oficiales habían detectado cerca de un 25% de faltantes de productos en las góndolas. Desde ese momento, en conversaciones privadas, ajustaron algunos mecanismos de llegada de productos -el aceite tuvo un momento particular en que su provisión en grandes superficientes comerciales se hizo más lenta- y, dicen en despachos oficiales, el porcentaje de incumplimiento comenzó a ceder.
En términos generales, el programa Precios Justos para consumo masivo prevé más de 1.900 productos con valores fijos hasta el último día de febrero en góndolas de grandes supermercados y comercios de cercanía. Hay, en esa canasta, desde alimentos y bebidas hasta artículos de limpieza personal y del hogar. En paralelo, las empresas que ingresaron al plan de control de precios se comprometieron a aumentar con un tope de 4% por mes otros 30 mil productos que no están integrados en Precios Justos.
A cambio de que ingresen al programa, el Gobierno prometió a las empresas una gestión de permisos para contar con dólares a precio oficial para importar insumos más rápida con plazos de giro de divisas más cortos que los 180 días. Ese es el plazo estándar con el que funciona el Sistema de Importación de la República Argentina (SIRA).
Estos dos últimos puntos son los que ya aparecen en la mira de negociación entre Comercio y las principales compañías del sector, en una mesa de discusión que todavía no fue conformada pero que lo hará a medida que avance del verano. En algunas firmas ya admiten que la extensión de Precios Justos era esperable y que formarán parte de la nueva etapa, aunque ven espacio para disputar la letra fina. Infobae había anticipado que el programa continuaría hasta fin de año. Massa confirmó que lo extenderán al menos cuatro meses más.
“Nos imaginábamos que podía pasar que se extienda el programa, pero habrá que ver las condiciones, qué productos siguen congelados y el tema de las importaciones. Todavía no arrancaron las reuniones sobre la continuidad”, explicaron desde una empresa de consumo masivo. Desde Comercio también aseguraron que el inicio de la ronda de diálogo será más cerca de la fecha de finalización de esta etapa, el 28 de febrero.
La pregunta que sobrevuela es si ese esquema de 4×4 (cuatro meses, con 4% de actualización habilitada) cambiará su formato, a un plazo igual con incrementos autorizados más leves o, como aspiran en algunas compañías, incluso más alto. “La inflación, la tasa de interés y la devaluación del dólar oficial están por arriba de ese 4%, alguna flexibilidad les vamos a pedir”, mencionó otro ejecutivo de una firma top.
Otro elemento a determinar será el acceso a divisas para las empresas firmantes que necesiten importar insumos. Principalmente, a qué ritmo podrán hacerlo y cuál será el margen de giro de dólares a precio oficial que habilitará el Poder Ejecutivo. Tradicionalmente, sectores que demandan muchas divisas para su funcionamiento -como por ejemplo, la industria automotriz- suele sentarse con las autoridades para planificar algún horizonte de demanda de moneda extranjera que se corresponda a su producción esperada.
Ese ejercicio ahora deberá ser realizado con compañías de consumo masivo en el marco de Precios Justos. El ministro de Economía Sergio Massa anticipó este fin de semana en una entrevista que pedirá a las empresas que aumenten su producción con la promesa de que podrán contar con los dólares necesarios para sostenerlo.
El jefe del Palacio de Hacienda mencionó que, respecto a su nivel de actividad de 2022, “nos gustaría que planificaran un seis o siete (por ciento) de crecimiento en la oferta de bienes. Hasta ahí, además, estamos dispuestos a ayudarlos desde el Banco Central, con los volúmenes de importación de bienes intermedios o necesarios para eso”, dijo al diario Perfil.
Un acceso a autorizaciones con plazos más cortos formó parte del combo del acuerdo de Precios Justos con las empresas. En despachos oficiales agregan que una canilla más generosa de divisas para la importación dependerá “siempre de variables a definir, de cómo marcha la acumulación de reservas, el orden fiscal y la tasa de interés positiva, todo eso nos permite negociar propuestas, seguramente se va a revisar el tema importaciones”, apuntaron.
Info: Infobae.