La Liga Profesional está llegando a su fin y hay varios equipos que pugnan por el título. En medio de esto está Unión, que tiene injerencia por jugar ante uno de los encumbrados, pero también por tener chances matemáticas de alcanzar la zona de Copa Sudamericana. Entonces, la organización de todas las partes es un tema coyuntural. Sobre todo, después de que en las últimas horas trascendiera cuándo se realizará el duelo suspendido de la 11ª fecha ante Talleres: miércoles 19 de octubre.
Por el Mundial, el campeonato debe finalizar el 23 de octubre, por lo que el calendario está ajustadísimo. En el caso del Tate, teniendo que jugar solo con 48 horas de diferencia, con escaso descanso y, por si fuera poco, con viajes. Encima, con tres partidos en fila fuera de Santa Fe en cinco días.
Lo del traslado no es un tema menor, ya que la economía no es la mejor, teniéndose que afrontar pasajes en avión para intentar acortar el margen de desgaste. Por lo pronto, Unión ya tendría definida la exigente y costosa logística. El plantel viajará este jueves luego de la práctica hacia Buenos Aires para esperar concentrado el cotejo ante Defensa y Justicia.
Luego, no regresará a Santa Fe, hará una práctica en Capital Federal y el domingo se trasladará en un vuelo de línea (un chárter cuesta cerca de 20.000 dólares) hacia Tucumán para enfrentar a Atlético, que está firme en la lucha por el campeonato. Está pautado para las 21.30, por lo que el grupo hará noche en el Jardín de la República y de ahí se embarcará también en avión a Córdoba, para el miércoles 19 visitar a Talleres en el postergado.
Muchas complicaciones para un Unión que todavía no tiró la toalla y quiere ir por su objetivo hasta que sea posible, pero claramente esta definición de la Liga Profesional no le es para nada favorable. Si bien es cierto que durante la doble competencia tuvo que lidiar con mucho de esto, ahora el escenario diferente. Quedan por pulir algunos detalles, pero ya estaría todo armado para jugar tres partidos en solo cinco días.