La gran mayoría de los comercios de la ciudad de Santa Fe abrieron sus puertas este viernes pese al decreto nacional que impuso el día feriado, para que la sociedad pueda reflexionar sobre el atentado criminal que sufrió el jueves por la noche la vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, cuando un hombre intentó dispararle con un arma en la cabeza y la bala no salió.
Luego de una noche llena de angustia, incertidumbre y conmoción social, muchos comerciantes y empleados del sector abrieron las puertas de los locales de la ciudad. Sin embargo hasta entrada la mañana era muy poca la gente que caminaba por las calles del microcentro y las avenidas comerciales de Santa Fe.
Es que debido a lo dispuesto por el Ejecutivo nacional, durante las primeras horas del día no había normal servicio de colectivos, ya que circulaban con la frecuencia reducida, al igual que un domingo. Tampoco abrieron sus puertas las oficinas públicas ni los bancos.
“Nosotros decidimos abrir porque lo necesitamos, no podemos darnos el lujo de cerrar”, dijo Natalia, una empleada de un bazar de la avenida Aristóbulo del Valle. “Con los comerciantes de la zona tenemos un grupo de WhatsApp y nos pusimos de acuerdo para abrir”, dijo otra comerciante de una tienda de modas, propietaria del local.
La entidad que nuclea a los comerciantes de Santa Fe emitió un comunicado en el que, en primer lugar, repudió el ataque a la vicepresidenta, y “avala toda medida que lleve a lograr paz social en nuestro país”; al tiempo que manifiesta “su desconcierto absoluto ante el decreto que define un feriado nacional”, dice el Centro Comercial de Santa Fe.
“Es inadmisible relacionar un hecho institucional tan grave con la disposición de cerrar las actividades en un momento tan complejo de la Argentina", argumenta la entidad en el mismo comunicado. "La dinámica misma de nuestro sector hace inviable la aplicación efectiva del mencionado decreto por lo cual queda a criterio de cada comercio la apertura debiendo cumplir, en aquellos que decidan hacerlo, las normas laborales vigentes para los casos de feriados nacionales".
Ganarse el mango
Sobre la cuadra de la Peatonal entre Eva Perón y H. Yrigoyen, Jorge acomodaba pares de medias sobre una lona dispuesta en el suelo. Este vendedor ambulante tampoco pudo adherir al feriado. “Estoy trabajando porque no tengo una moneda, amigo”, fue lo primero que le dijo a El Litoral. “Tengo que trabajar sí o sí”, se afirmó luego. “Porque tengo que pagar un alquiler que me sale 40 mil pesos y ayer con la lluvia no pude trabajar, porque lo mío es en la calle. Está jodida la mano, no se vende nada”.
-Hoy hay poca gente en la calle, eso te va a impactar en las ventas…
-No lo sabía. Me enteré por otra chica comerciante que me contó. Y me dijo que no sabía si iba a abrir ahora, o cerca de las 10 (eran las 8.50). No se si va a venir gente o no, si van a venir los empleados, porque les tengo que pagar doble y no hay ventas, me dijo ella. ¿Entendés?
-¿Qué lectura política hacés de lo ocurrido?
-Para la gente nunca hay soluciones ni cosas buenas, estamos siempre igual, amigo. Y son siempre los mismos políticos. ¿Qué querés que te diga? Es la pura verdad. No salimos de Cristina, de Macri, no hay otra cosa…
En la cuadra siguiente, sobre la Peatonal entre E. Perón y La Rioja, la empleada de un comercio retiraba la reja para abrir. “A mí la dueña me dijo que venga”, contestó ante la pregunta sobre por qué abría el feriado. “Veo que está todo abierto”, agregó.
-¿Lo toman como un día normal?
-Sí.
-¿Qué lectura hacés de lo ocurrido?
-No tengo idea. Recién me levanté y me enteré. No sé… hay muchas versiones -dijo, y se metió en el local a apagar la alarma que había comenzado a sonar.
En el local de enfrente otra joven empleada de un local de calzados limpiaba la vidriera con una escobilla, mientras sus compañeras ordenaban productos adentro, sin ningún comprador a la vista. “Esta mañana pregunté y me dijeron que trabajábamos normal”, dijo Rocío.
-¿Cómo tomás lo que pasó?
-A mi me parece grave. Trataron de matar a la vicepresidenta, ¿no? -dijo con énfasis y miró a los ojos a este cronista-. Te hablo desde el bien común de la gente, hablo por lo que vi y me dijeron, porque, la verdad es que no me informé. Sé que la quisieron matar y que el arma tenía cinco balas.
-Estás bastante informada…
-Sí, ¡olvidate!, es la vicepresidenta -dijo, y continuó sus tareas.
Otra trabajadora dijo que abrió las puertas de su local “porque el comercio está sumamente parado”, argumentó Rosario. “Necesitamos trabajar para poder pagarle a nuestros empleados y mantener los costos fijos del local”, agregó. “Así que no hay alternativa”.
-¿Lo decidieron en conjunto con los demás comercios?
-Sí, sí. En general todos decidimos abrir. No sólo los comerciantes de la Peatonal sino también los de Aristóbulo del Valle y otras avenidas, incluso de Santo Tomé.
-¿Cuál es tu lectura de lo ocurrido?
-(suspiro) Creo que de esta manera, cerrando o adhiriendo a un feriado que me parece totalmente inconsistente, porque no responde a la problemática que tenemos. No solucionamos nada no trabajando. Me parece que deberíamos haber redoblado esfuerzos en lugar de imponer un feriado, que los chicos sigan sin ir a la escuela, la administración pública totalmente cerrada, nadie trabaja… Me parece que no es la manera.
-¿Cuál es su reflexión sobre el ataque a la vicepresidenta?
-Lo repudio totalmente. La violencia no es la manera en la que podemos salir de la situación en la que estamos.
-Te sorprende o es algo que con la crispación social y el odio podía ocurrir?
-Creo que es algo que podía ocurrir, porque los ánimos de todos están muy exacerbados. Todo es agresión, tanto del oficialismo como de la oposición. Y ese enfrentamiento se traslada a los ciudadanos. Cada uno podemos pensar lo que nos parezca, pero no por ello debemos no respetarnos, por ello repudio el ataque, pero reitero que era previsible -reflexionó.
Fuente: El Litoral