Por más que Lanús sea colista en el campeonato y no se encuentre con el triunfo hace 12 partidos (contando todas las competencias), no es malo el empate que Independiente se terminó llevando del Sur. Porque hay intangibles que son difíciles de describir pero están y seguirán estando. Se sienten.Para el Rojo, visitar al Granate tiene una complejidad difícil de entender. O sí es entendible si se parte desde la base de que José Sand está dentro de la cancha. Pepe, con el del sábado, ya le hizo 15 goles y es al equipo al que más le anotó en su carrera.
Desde 2016 que Independiente no le puede ganar a Lanús (2-0 por Sudamericana) y 2014 si se tiene en cuenta sólo el ámbito local. Y si bien en este partido el equipo de Falcioni no pudo cortar la racha, al menos volvió a sumar ante su bestia negra. Por cómo se dio el juego, el 1-1 terminó siendo negocio para volverse a Avellaneda.
Porque a los de Kudelka les alcanzó con poquito para lastimar al Rojo.Sin la velocidad de Lautaro Acosta, Troyansky fue un buen socio para Pepe. El ex Unión se movió por todo el frente de ataque y dejó al capitán ahí cerquita del área. Ambos fueron de lo mejor del Grana. De hecho, así llegó el gol a los 20 minutos del primer tiempo. Franco bajó un centro frontal y la pelota le quedó a Pepe, quien la pinchó bárbaro ante la salida de Álvarez para poner el 1-0. El goleador, claro, lo gritó con alma y vida.
Para ese entonces, el Rojo no entraba en partido. Tenía la pelota desde los pies de Soñora pero no lastimaba. Benegas, muy voluntarioso durante los 90 minuto, no tenía apoyo en un apagado Leandro Fernández y por las bandas no había negocio. Pozzo no gravitó y Batallini, que comenzó por derecha y terminó por izquierdo fue siempre doblado en la marca. El ex Argentinos varias veces pudo pasar la primera marca pero la segundo fue demasiado.
Falcioni acertó en los cambios
El complemento encontró a un Falcioni que dio en la tecla al hacer los cambios. Sin Fernández hubo más movilidad, Soñora pasó de lateral izquierdo y Hachen entró para romper líneas por el medio y ser más vertical que Romero. De tanto ir, y con un Lanús que había rematado al palo con Troyansky, Benegas terminó empujando al gol ante un local muy tirado atrás en los últimos 10 minutos. Fue parda pero tirando a Rojo…
