El delantero argentino Claudio Spinelli contó hoy que se salvó de vivir la guerra "por horas" tras escapar de Ucrania, donde jugaba en FK Oleksandria, a través de la frontera con Polonia, y evitó así un momento "peor" por los ataques aéreos de Rusia.
"Fue muy angustiante todo lo que se vivió, de a poco estoy cayendo. Es una experiencia que ojalá no viva nunca más en la vida y no se la deseo a nadie, gracias a Dios pude salir. Hay mucha gente que no pudo salir y eso me tiene mal", comenzó diciendo el ex Gimnasia y San Martín de San Juan, entre otros equipos.
"Un día antes no sabia si traerla a mi mujer o no. Ella justo vuela y cuando pasó todo esto de las bombas, ella estaba aterrizando en París. Estuvo a horas de aterrizar en Kiev. Si aterriza en Kiev, sigo ahí, estoy totalmente convencido. Nos salvamos por horas. Por un tema de logística y del colapso total que es el país, es muy difícil entrar a Kiev en estos momentos", reconoció Spinelli en declaraciones a una radio porteña.
"Sé que fui muy afortunado. Vi gente que no la pasó bien, que seguramente no la va a pasar bien. Recién me estaba comunicando con chicos del club que tienen familias en Mariúpol, que es una de las mas afectadas, ellos están en Kiev y no pueden salir para ir con su familia. Ni hablar de los extranjeros que están tirados en la frontera", describió el delantero.
Spinelli, con pasado en Genoa de Italia, Tigre y Argentinos Juniors en la Argentina, recordó que caminó poco más de 40 kilómetros y lo salvó una "chica polaca" que lo ayudó a cruzar la frontera donde todo estaba "colapsado".
"Está demasiado colapsado todo lo que son las fronteras. Demasiado mal organizado. Había mucha gente de muchos países, era imposible salir. Estaba resignado totalmente. Me salvó una chica, no sé cómo, ya había decidido que tenía que dormir en la calle. Estaba con otro chico que no sabía qué hacer", detalló el atacante.
Además, el futbolista pidió por su compatriota Gerónimo Poblete (ex Colón de Santa Fe) que tiene a su familia en Ucrania y es algo "desesperante".
"A nosotros nos llevó el club hasta una ciudad cerca de la frontera, la cola en auto era de 40 kilómetros, podías estar tres días en la ruta varado, así que decidí ponerme a caminar con un compañero", explicó, tolerando en ese trayecto temperaturas bajo cero y una helada que pudo poner en riesgo su salud.
En un momento de su charla, Spinelli demostró su fe religiosa y recordó la situación que lo afectó horas antes de que Putin decidiera iniciar el ataque bélico sobre Ucrania.
"Yo soy muy religioso, y el día anterior a que comiencen los bombardeos me puse a rezar porque no sabía qué hacer con mi mujer, si traerla a Ucrania o no", explicó Claudio.
Y cerró: "Entonces yo rezaba y decía que lo que tuviera que pasar pasara ya, que pasara ya. Y la guerra comenzó cuando mi esposa estaba haciendo escala en París, así que se quedó allá. Si ella seguía a Kiev todavía estaríamos allá, no tengo dudas. Nos salvamos por horas".
Fuente: Clarín
