Operarios de la distribuidora de gas acudieron al domicilio de un particular quien había realizado la denuncia ante la presencia de olor a gas. Una vez registrado el faltante en la cabina (y por otro dos llamados más) los técnicos decidieron realizar una recorrida de oficio en los domicilios de la zona y comprobaron que un total de 17 inmuebles se encontraban en la misma situación.
Por otro lado, este medio pudo saber que en otro sector de la ciudad (donde brinda servicio la otra empresa distribuidora) hubo robo de medidores completos. El fenómeno, que viene ocurriendo desde hace semanas, se acrecentó en los últimos días.
Los problemas y dolores de cabeza que genera el robo de los dispositivos entre los damnificados son elevados. UNO Santa Fe constató que un flexible nuevo puede costar hasta seis mil pesos, a lo cual habría que sumarle la mano de obra de un gasista matriculado.
Por otro lado, se suman los inconvenientes de estar sin suministro hasta tanto la empresa y cooperativa (ambas prestatarias) concurran al domicilio para chequear que el trabajo del gasista matriculado se realizó de manera correcta y luego reconectar el servicio.
Verónica Noriega Sánchez, presidenta de la Cooperativa Setúbal, señaló en declaraciones a la emisora LT 10 que "el viernes tuvimos tres llamados telefónicos que nos pusieron en alerta y a partir de esos llamados comenzamos de oficio a realizar un recorrida por el barrio Guadalupe para ver si se registraba este hurto en otro inmueble y encontramos que 17 casillas habían sido vandalizadas. Fue en el este de barrio Guadalupe".
Fuente: UNO Santa Fe.