Este viernes al mediodía, el río Paraná midió -en el puerto local- 1,68 metros; nueve centímetros menos que los registrados el día anterior (jueves) cuando Prefectura Naval Argentina registró 1,77 metros.
En el marco de la bajante histórica que atraviesa el Paraná, y luego de alcanzar registros negativos (-0,19 metros el 18 de agosto), el río comenzó a recuperar algo de terreno, a pesar de permanecer siempre oscilante y sin tendencia definida.
A través de un nuevo pronóstico, el Instituto Nacional del Agua advierte de una "mejoría de corto plazo en el patrón de lluvias sobre la región de respuesta más rápida"; eventos que tuvieron impacto en los últimos días.
El mismo organismo señala que "ha mejorado la condición hídrica de la región en la que se genera mayormente el caudal del río Paraná". En esa línea, añade que "esta onda de recuperación acotada se propagará por el río Paraná desde Corrientes – Barranqueras, produciendo una mejoría en los niveles fluviales, pero sin salir de la franja de aguas bajas".
Sin embargo, aclara que "la tendencia climática al 31/ene/2022 es aún desfavorable".
Con respecto al clima, el último informe de posibles escenarios hidrológicos en la cuenca del Plata para el período octubre-noviembre-diciembre, el INA planteó que en "el litoral argentino se espera un trimestre con condiciones deficitarias de precipitación. Mientras que para las regiones de la cuenca del Paraná y Paraguay se espera un trimestre con condiciones normales".
En cuanto al aspecto hidrológico, el informe subraya que "la bajante del río Paraná, de características extraordinarias, seguirá siendo motivo de especial monitoreo. La perspectiva al 31/dic/2021 no permite esperar un rápido retorno a la normalidad, con probabilidad de extenderse en los subsiguientes dos meses, por lo menos".
