La Municipalidad realizó la primera edición de la campaña para la recepción de pilas en desuso. La acción se desarrolló en la Plaza Pueyrredón, este sábado, en el marco de la gestión integral de residuos sólidos urbanos sujetos a manejo especial.
En la oportunidad, también se concretaron las ya habituales recolección de Aparatos Eléctricos y Electrónicos en Desuso (AEES), con la que ya se reunieron más de 18 toneladas de materiales; y la jornada de ecocanje, que consiste en la entrega plantines, semillas y chips de leña a cambio de la disposición de material seco reciclable.
Desde el municipio informaron que la segunda etapa de la campaña de recepción de pilas en desuso será el 23 de octubre, de 10 a 13 horas, en la Plaza 25 de Mayo.
Participación ciudadana
El secretario de Ambiente del municipio, Edgardo Seguro, valoró “la responsabilidad de la gente que no ha descartado pilas en la basura sino que las ha acumulado esperando una alternativa”. En ese sentido, observó que “muchos han guardado pilas durante años, entonces la cantidad es enorme, están mezcladas y hasta se rompieron los blindajes, por lo que se han convertido en un peligro dentro de la casa”.
En ese contexto, recomendó a vecinas y vecinos de la ciudad que participen de las campañas: “Estamos recibiendo 20 pilas por persona porque es lo que uno usa en dos años y cuando son muchos en la familia, se junta una cantidad importante”, dijo.
Este sábado en la plaza Pueyrredón, las pilas se recibieron sueltas para ser clasificadas en la ecoestación municipal, ya que según su tipo, pueden o no ser consideradas un residuo peligroso. El funcionario informó que cada tipo de pila se descarta por separado: “Ahora están en bolsas de 100 micrones para evitar el lixiviado por ser pilas viejas”, detalló.
“Mi granito de arena”
Diana Molinaro se acercó al puesto para dejar pilas que acumuló durante años en su casa: “Las junto en una botella desde hace bastante. Yo no uso cosas con pilas pero sí las tienen los juguetes de mis nietos y los audífonos de mi mamá”, compartió. Sobre la propuesta municipal, la calificó como “fantástica. Creo que si no ayudamos al planeta vamos a terminar muy mal. Por eso hago compost, tengo huerta, no uso bolsas y aporto mi granito de arena”, relató.
Andrea Rodríguez y su hija Malena llegaron a la Plaza Pueyrredón con botellas plásticas y cajas de cartón. A cambio, se llevaron semillas y chips de leña: “Es una muy buena iniciativa, es un proyecto que está buenísimo para que lo hagan los chicos también. Mi hija estuvo muy entusiasmada toda la semana guardando cosas para traerlas hoy”, contó la mamá.