La Selección Argentina, actual campeón del mundo, había debutado con una rotunda goleada a Estados Unidos 11-0.
Entre la presión de Serbia y algunas distracciones de Argentina, los europeos tuvieron un mejor comienzo y a los 7 minutos se adelantaron en el resultado con un gol de Stefan Rakic.
Un choque, fuera del área, entre el arquero Nicolas Sarmiento y Stojkovic se prolongó, ya en el piso con la pierna del serbio pegándole en la cara al arquero. Tarjeta roja, y cuando finalizaban esos dos minutos con un jugador más, llegó el empate con un remate de Matías Edelstein, que pegó en el poste, en el arquero y entró.
Volvió a ponerse arriba Serbia con una exquisita definición de zurda, picándole la pelota a Sarmiento, de Lazarevic.
Dos goles, casi seguidos, se asociaron con la mejoría de Argentina en el tramo final del primer tiempo. Alan Brandi la empujó cerrando una buena jugada colectiva. Y luego de una recuperación de Cristian Borruto, Constantino Kiki Vaporaki, en gran y rápida acción personal, metió el zurdazo para darle el 3-2 a Argentina al final del primer tiempo.
Ese envión levantó vuelo total en el segundo tiempo, con Argentina dominando a voluntad. Selló pronto el resultado con un gol de Cristian Titi Borruto y luego controló todo. Y si no anotó más goles, se entiende por la gran actuación del arquero serbio, Miodrag Aksentijevic.