Por Ricardo Porta.
Cuando el muy buen técnico que tiene el “milló” reaccionó y si bien el rojinegro tenía uno menos, fue tarde. Lo subestimó a mí entender porque puso en cancha un equipo demasiado alternativo. Y fue, insisto, muy tarde porque chocó contra un conjunto ordenado, que siempre supo lo que quería y con el plus de estar mental y anímicamente agrandado.
El equipo de Domínguez y era de esperar, fue absolutamente dominado en gran parte del juego. No obstante supo aprovechar cuando River quedaba mal parado.
El DT del campeón sorprendió cuando no incluyó en el cuadro titular un 9 de área y no fue la primera vez.
Chicco hizo olvidar a Cachorro Burián. El arquerito de Brikman estuvo defendido con gran solvencia no sólo por los integrantes de la última línea, sino por el resto del cuadro.
Hubo individualidades que rayaron a gran altura: Bernardi, Aliendro, Lértora y Góez. Un párrafo aparte para Farías: salió “fundido” físicamente por lo que había corrido y jugado.
Felicitaciones al Campeón. Que encontró otra vez en su DT al hombre que supo capear el temporal que azota por estos tiempos al mundo y que tuvo que ir trabajando con los jugadores, que eran pocos, que iban quedando.
Colón si aprovechó la ventaja que le otorgó su rival de estar en la doble competencia.
Otra vez comenzó con el pie derecho un inicio de campeonato. En su primera fecha derrotó en su casa a uno de los más grandes del fútbol argentino.