El Gobierno nacional decidió dar de baja la licitación para la concesión de la Hidrovía Paraná-Paraguay y ordenó una investigación sobre la empresa Dredging Environmental and Marine Engineering (DEME), la única que presentó una oferta, por presuntas maniobras de presión sobre otras compañías interesadas en el proceso.
El anuncio fue realizado por el vocero presidencial, Manuel Adorni, en una conferencia de prensa en Casa Rosada. En tanto, el director ejecutivo de la Agencia Nacional de Puertos y Navegación, Iñaki Arreseygor, aseguró que se trabajará “de inmediato” en la elaboración de nuevos pliegos para la licitación.
Adorni criticó el accionar de sectores políticos, medios y empresarios que, según él, presionaron para bajar los estándares técnicos del pliego con el fin de obtener beneficios propios. Además, apuntó directamente contra DEME al señalar que la empresa, que inicialmente había denunciado supuestas irregularidades en la licitación, terminó siendo la única oferente, lo que despertó sospechas sobre su accionar en el proceso.
Investigación y próximos pasos
El Gobierno dio intervención a la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia para investigar si DEME ejerció presión sobre otras empresas para evitar su participación o si existió una presunta asociación ilícita en perjuicio del Estado y los productores argentinos.
“La investigación servirá para aclarar lo ocurrido y demostrar que el Gobierno será implacable ante cualquier intento de manipulación”, sostuvo Adorni, y agregó que se buscará llevar a la Justicia penal a los responsables de cualquier intento de fraude.
Por su parte, Arreseygor defendió la transparencia del proceso administrativo y lamentó que un grupo de “vivos” haya operado para frustrar la licitación. “Tuvimos once interesados en el sistema haciendo múltiples consultas, pero por arte de magia decidieron no presentarse”, denunció el funcionario.
Importancia de la Hidrovía
La Hidrovía Paraguay-Paraná es un eje clave para el comercio exterior argentino, ya que por esta ruta fluvial transita el 80% de las exportaciones del país. El mantenimiento y dragado de sus aguas es fundamental para garantizar la navegabilidad y la seguridad de los buques de gran calado.
Con la licitación caída, el Gobierno deberá reformular los pliegos y buscar una nueva concesión que garantice la competitividad y transparencia del proceso, en un contexto donde el sector exportador depende de esta vía para su desarrollo y crecimiento.