El ministro de Educación provincial, José Goity, cierra su primer año de gestión al frente de la cartera "conforme" con lo logrado. Además del balance de este 2024, señaló que el premio por asistencia perfecta continúa, que se extiende el plan de alfabetización Raíz y la Hora Más pasa a ser obligatoria en primaria, que habrá un "debate profundo" en el Secundario -con revisión de la repitencia- y confirmó que se evaluarán a los institutos de formación docente, entre otros adelantos para el 2025 que hizo a El Litoral, en diálogo telefónico desde Rosario.
– Ministro ¿qué evaluación hace del primer año de gestión en materia educativa? ¿Está conforme entre lo que se planteó como meta y lo logrado?
– En general en el gobierno, y particularmente en educación, los balances siempre son provisorios e insuficientes en cuanto al alcance de las metas. Desde el gobierno estamos conformes con la agenda y con las metas que nos propusimos y cuál ha sido el nivel de avance que hemos logrado. Obviamente creemos que resta mucho todavía por realizar y tenemos que seguir trabajando en ese sentido, pero estamos conformes con el norte que pusimos apenas asumimos en enero: ordenar el sistema, priorizar los aprendizajes, sostener, mejorar y ampliar de manera consecuente y permanente la infraestructura escolar. Estos son los tres desafíos que teníamos y en todos hemos tenido algún grado de avance. Hay otros que faltan incorporar y seguir avanzando en esa dirección.
-¿Hay alguna evaluación preliminar del plan Raíz, que es la política señera que planteó la gestión este año?
-En principio, decir que el plan Raíz es muy potente, porque trabaja sobre un saber fundante y fundamental para cualquier biografía, que es la alfabetización en el momento oportuno. Es decir, que antes del 3er grado todos los chicos y chicas estén alfabetizados. Eso parece poco, pero es muchísimo en cuanto al potencial que tiene ese niño y esa niña para seguir transitando la escuela. Una evaluación concreta del nivel de aprendizaje no la tenemos porque para eso hemos desarrollado un test de lectura de manera de ir teniendo datos y evidencia. Pero sí tenemos un primer indicador de resultado y es el nivel de apropiación por parte del sistema, por parte de los docentes, de la propuesta del plan. La verdad es que ha sido universal y ya tenemos medido que el 98% de las secciones escolares y de los docentes, lo han llevado adelante. A su vez también, el plan contempla un seguimiento y evaluaciones que los propios docentes van haciendo y que van mostrando avances, lo cual es lógico porque todos los chicos van teniendo algún grado de avance en su escolarización.
-¿El año que viene va a continuar en 2do grado, porque se dijo que iba a ser progresivo?
-Exactamente. El año que viene multiplicamos por dos porque vamos a incorporar a todos los chicos del 1er grado, y a su vez con los que ya estuvieron incorporados al programa este año, vamos a continuar en el 2do grado. Y en octubre vamos a hacer una evaluación que nos va a permitir saber dónde estamos parados con respecto al avance del plan.
La Hora Más será obligatoria en 2025
– El gobierno dio a conocer la cantidad de docentes que adhirieron a la Hora Más ¿Cuántos estudiantes se sumaron?
-El dato de los estudiantes no lo tenemos tan preciso como el de los docentes. ¿Por qué? Porque nosotros lo planteamos como una cuestión optativa para la familia, por lo tanto eximimos de la asistencia a los alumnos y, por ende, no tenemos el dato certero. Podríamos tenerlo porque las familias que mandaron a sus niños a la Hora Más, hacían saber su aceptación mediante una nota, pero no tenemos un registro preciso como sí lo tenemos de aquellos docentes que fortalecieron su dedicación en el cargo.
-Una de las principales críticas que se escuchó es la aplicación del programa tan a fin de año, quedando dos o tres semanas de clases ¿Por qué se tomó esa definición sobre el cierre del ciclo lectivo?
– Siempre todas las decisiones que se toman se hacen en un contexto con pros y contras, nunca en términos absolutos con todos los beneficios. Por lo tanto, lo primero que decidimos es implementarlo a partir de tener garantías con respecto al financiamiento, que tampoco son absolutas pero por lo menos eran certeras de que este programa se va a sostener. A partir de ahí, consideramos dos cuestiones que nos parecen importantes. La primera es que un mes de clase es un mes de clase: 45 minutos más durante 20 días no es poco. Sobre todo, a fin de año que es cuando muchos chicos necesitan reforzar sus aprendizajes, cuando los docentes también necesitan un tiempo extra, en algunos casos, para poder recuperar el tiempo no aportado por las medidas de fuerza y otras cuestiones. Siempre nos reclamaron legítimamente qué íbamos a hacer para poder recuperar esos días que se perdieron; y esta fue una de esas estrategias. Y por otro lado, también hay que hablar desde el punto de vista del docente, porque esto implica reforzar el cargo, llevarlo de 4.15 a 5 horas diarias, o sea 25 horas semanales. Esta mayor dedicación horaria también implica un fortalecimiento salarial. Reforzar el cargo docente no era un dato menor y creemos que sirvió y sirve para recomponer al docente de grado.
-El año que viene, cuando sea universal la aplicación en primaria, ¿van a tener la misma cantidad de respuestas de los docentes o tendrán que reforzar con algún tipo de reemplazo? Porque hay docentes que tienen dos cargos y se van a tocar los turnos.
-Primero, el docente que ya tomó, ya tiene ese cargo incorporado y asumimos que no lo va a dejar. Por otro lado, también vamos a elevar la dedicación horaria del cargo de maestro de grado y, por lo tanto, los docentes que tienen condiciones de reemplazo van a tener que tomar el módulo tal cual como está planteado. Contemplamos la organización escolar para que no haya superposición de horas. A lo mejor se achica sí el rango horario entre un turno y otro, pero no al punto tal que haga imposible tomar dos cargos, y tampoco son todos los docentes que tienen dos cargos, que sería el único caso a contemplar. En definitiva y para ser concretos, tuvimos un alto nivel de aceptación y no tendríamos problemas para universalizar la nueva jornada escolar que ya va a ser una política de Estado y, por lo tanto, va a ser más rígida en cuanto a su obligatoriedad. A lo mejor, la brecha horaria entre los dos turnos va a ser menor en 15 minutos en algunos establecimientos, no en todos.
-Se va a reducir el tiempo entre turnos y se van a tener que organizar de otra manera…
-Pero no en todos los casos. A veces tenemos un problema: analizamos todo el sistema en base a la excepción, porque los que tienen doble turno no son la mayoría. A su vez, los que tienen problemas de incompatibilidad horaria tampoco son todos. Y aún así, técnicamente no hay incompatibilidad horaria en términos de las horas de acumulación. Puede haber menos margen para ir de una escuela a otra, pero no podemos analizar todo un sistema y una mejora, en función de algunas excepciones que seguramente las vamos a poder resolver. Y mucho menos podemos montar una crítica sobre eso, porque es muy fácil montar críticas sobre dificultades y no aportar soluciones. Entonces, muchas veces hacemos planteos casi terminales sobre cuestiones que no afectan al funcionamiento mayoritariamente.