Maximiliano Pullaro estuvo en El Litoral para hacer un balance del primer año de gestión y trazar los desafíos para el segundo, donde estará en el centro la reforma constitucional. También se refirió a la relación con el gobierno de Javier Milei y a la importancia de la nueva normativa sobre seguridad pública.
– Siendo usted diputado, junto a sus entonces pares Fabián Bastia y Juan Cándido Cruz marcaron en el propio recinto lo que serían los ejes de la gestión desde diciembre, especialmente orden, eficiencia…
– Así es, marcamos lo que pretendíamos hacer en la provincia de Santa Fe, fundamentalmente ponerle orden al Estado y poder demostrar que se puede gobernar de manera eficiente. Ser honesto es fácil, con no robar alcanza; el problema es que para ser eficientes hay que salir de los lugares de comodidad, dar debates y tensionar permanentemente para que las cosas puedan cambiar. Es fácil administrar para no cambiar nada, pero le pone un techo muy grande a la provincia.
Fuimos muy claros para decir lo que queríamos y lo fuimos marcando como agenda política en la provincia, por ejemplo el sistema educativo. Entendíamos que había que ordenarlo, no podía más tolerarse que no haya 180 días de clases para los chicos. Había que salir del lugar de comodidad. ¿Cuál es el problema que hoy yo tengo con los sindicalistas de Amsafe? No me perdonan que no pueden hacer más paro. El último paro tuvo un acatamiento menor al 14%; a la última marcha frente a la gobernación fueron menos de 50 personas. Ese dolor que tienen lo manifiestan conmigo de manera violenta y de forma acosadora. Tengo un nivel de acoso importante de parte de Amsafe; me lo banco. Lo peor que podía pasar era que al sistema educativo de la provincia no lo gobierne el Ministerio y lo terminen haciendo los gremios, poniendo una agenda propia a través del paro y a través del privilegio. Esto se terminó.
– No es la única batalla dada en este año, porque están los temas de seguridad, reforma previsional, de la Corte y finalmente lograr la habilitación para discutir la reforma constitucional.
– Para el gobierno que me toca conducir el paquete de leyes de seguridad fue lo más reformista y transformador de la provincia de Santa Fe. Por esas leyes, nosotros pudimos tomar el control pleno de la cárcel y lo vamos a terminar de tomar completamente cuando tengamos la infraestructura carcelaria. Fueron cuatro paquetes normativos muy fuertes apuntando a la eficiencia, a la transformación y al cambio en la provincia que tenía que venir primero en materia de seguridad. Hubo una determinación política de corregir muchas cosas para que la gente pueda tener mayores niveles de tranquilidad, de paz, que pueda volver a apropiarse del espacio público como hizo en Rosario. No decimos que estamos bien, pero sí que estamos mejor.
¿Cómo lo logramos? Con decisión y con un paquete normativo, liderando la policía, el Servicio Penitenciario pero además con leyes que nos permiten ajustar. En Santa Fe, los delincuentes no son más víctimas de un sistema injusto; acá las víctimas son las personas de bien que estaban acechadas por los delincuentes y por la violencia en las grandes ciudades.
Después vinieron reformas importantes: el equilibrio fiscal como concepto y valor que no podíamos entregar en la provincia de Santa Fe y ahí estaba obviamente el déficit de la Caja de Jubilaciones, algo así como $ 32.000 millones. Algo había que hacer y se paga un costo político pero se lo tiene que explicar bien. Nuestro plan es para toda la sociedad no solo para los jubilados que fueron empleados públicos. Con la reforma corregimos un 25/30% del déficit. Teníamos que dar ese debate, porque si no teníamos que transferirle la Caja a la Nación y todos saben las diferencias entre lo que cobran los pasivos provinciales y los nacionales.
Vino la reforma de la Corte Suprema de Justicia porque necesitamos tener una Corte a la altura de la circunstancias, una Corte que logre corregir y llevarnos a una justicia más eficiente, más eficaz, que los jueces trabajen lo que tienen que trabajar. Para eso hay que tener una mirada nueva, un reordenamiento nuevo; hay que gestionar, cosa que no está sucediendo en este momento. Finalmente llegó la ley para la necesidad de la reforma y para elegir convencionales constituyentes y es muy importante ese debate también.
Para mí, lo más importante fueron las leyes de seguridad que me permitieron tener parámetros de violencia similares y menores a la media en la República Argentina. Esto es algo que ninguno de nosotros soñó; si yo hubiese pensado que lo podía lograr lo hubiese dicho y no lo dije en campaña. Había dicho que íbamos a reducir el 40% la violencia y el delito en el primer año y fue mucho más, por lo cual esperamos seguir de la misma manera.
– Usted llegó con un millón de votos, estas leyes le quitan muchos votos al gobierno… ¿o cómo entiende que está la gestión ante la opinión pública?
– En la peor encuesta y en la mejor encuesta siempre está por encima del 60%, por lo cual tenemos más consenso de lo que la gente nos acompañó. En una elección legislativa se dispersa más el voto, pero la aceptación del gobierno de la provincia es muy importante. Por supuesto, hay gente que puede haberse sentido afectada, pero uno no gobierna para un sector, gobierna para toda la sociedad. Hay una mejoría significativa en todos los ámbitos, la gente pueda salir a la calle en la ciudades más importantes que tiene la provincia y lo valora; que no hayamos transferido la Caja de Jubilaciones es significativo y se valora.
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El sistema de asistencia perfecta donde se le dan muchos recursos más a los docentes y a maestros que no faltan, es muy, pero muy valorado. Que tengamos el nivel de ejecución de obra pública superior al 2023 y superior al resto de las provincias que sostiene el empleo. Siento que Unidos va a ser una muy buena elección. Un millón de votos se dio una sola vez en la historia Santa Fe y fue una elección de ejecutivos.
– Cómo pretende que Unidos afronte el proceso de reforma constitucional?
– Este proceso de reforma lo condujeron los partidos políticos y los bloques legislativos. Nosotros no nos metimos en el debate, obviamente opinamos en los últimos siete días cuando cuando había una posibilidad muy alta de que la ley salga, pero no fue un proceso que condujimos. Eso es lo virtuoso que permitió que salga la ley cuando otras veces no fue posible. La responsabilidad la tienen los partidos políticos y Unidos en su conjunto. Soy hombre de la Unión Cívica Radical y de Unidos. Voy a hacer lo que plantee mi frente y mi partido.
– ¿Es el desafío más importante que tiene la gestión en los próximos 360 días?
– Es un desafío muy importante y lo que hagamos va a afectar el sistema institucional de la provincia de Santa Fe por los próximos 50, 60 años. Pero mi desafío como gobierno sigue siendo igual, con las mismas prioridades: mantener a raya a los delincuentes y en la cárcel, que desde allí no puedan cometer delitos y que pueda bajar el delito contra la propiedad y la violencia; fortalecer el sistema productivo de la provincia para que pueda generar empleo y crecimiento económico; y mejorar el sistema educativo. Esto, cruzado con los ministerios transversales, como Obra Pública que está trabajando con las distintas áreas.
– Qué hará para mantener los niveles de seguridad y mejorar los indicadores de seguridad
– Seguir con el plan, el plan no terminó. Lo que se hizo ahora es liderar a la fuerza de seguridad con un esquema preventivo y de trabajo en función del cambio normativo que tuvimos. La primera bajada de delito fueron en los primeros días de nuestra gestión por las medidas políticas que tomamos, después con el marco normativo fue mucho más fuerte. De hecho, lo de marzo viene atado al cambio del marco normativo que nos permitió ser lo duro que teníamos que ser en las cárceles santafesinas para controlar a todos los violentos que desde ahí mandaban a matar, a robar, a extorsionar comerciantes y no le daban paz al área urbana más importante de la provincia de Santa Fe. También en Santa Fe teníamos muchos delitos que se cometían desde la cárcel.
Tenemos que seguir invirtiendo; viene una inversión muy importante en materia de seguridad; construcción de cárceles como nunca hubo en la provincia de Santa Fe. Lo mismo que se construyó durante 40 años se va a construir en cuatro años está planificado, presupuestado.
La compra de equipamiento y de tecnología, también: vienen las cámaras de seguridad para Rosario y para Santa Fe. Será probable que se puedan cometer delitos, es difícil monitorear y adelantarse a la prevención de un delito. Lo que puedo asegurar es que es altamente posible que el que comete un delito lo pague, porque vamos a tener el sistema de monitoreo más grande de la República Argentina y uno de los mejores de América Latina por la inversión. Vamos a tener inteligencia artificial con un software diferente que articula el sistema privado con el público.
La infraestructura policial, la infraestructura carcelaria, la tecnología, el equipamiento nos va a llevar a mejorar los niveles de seguridad. Esto también lo tenemos que plasmar en el texto y en la norma constitucional. No queremos volver atrás y voy a dar ese debate. No quiero que alguien me vuelva a argumentar con esos planteos garantistas, zaffaronianos de que los delincuentes eran víctimas del sistema y como la cárcel no resocializa tenían que estar en libertad. Esa consigna ganó la opinión pública en Santa Fe. Lo quiero plasmar en el texto constitucional para que eso no vuelva atrás: el delincuente es delincuente; el chorro es chorro y el homicida es homicida y tiene que estar preso, no en libertad, preso.
– ¿Cuál es la relación con Nación donde hay colaboración en materia de seguridad y planteos diferentes sobre el rol del Estado?
– Con la Nación tengo un buen trato, pero lamentablemente no logramos materializar muchísimas cosas que serían importantes para la provincia. Por un lado, las deudas que tiene Nación con nosotros, y por otro lado los servicios que tendría que prestar y no sucede. Ya viajamos a Buenos Aires en infinidad de oportunidades y sigue sin suceder. Lo de las rutas nacionales es un ejemplo. Planteamos que nos transfieran las rutas y ni así lo hacen y se sigue muriendo gente en rutas nacionales por el estado pésimo y deplorable en rutas nacionales.
La relación es tensa, siempre es tensa entre los diferentes niveles del Estado; es correcta, no es un gobierno que quiera lo peor para la provincia de Santa Fe o que te quiera hacer un mal porque están especulando políticamente. Son gente noble, pero que piensa distinto. Yo no creo que solamente alcance con el equilibrio fiscal. Yo logré el equilibrio fiscal, pero apuesto el desarrollo, a la obra pública, a conducir y a gobernar el Estado, a tener un Estado eficiente. Creo en el Estado, si no quién va a ser la ruta a Los Amores que estamos terminando; la cloaca en barrios vulnerables como estamos haciendo. No lo va a hacer el privado porque no le conviene. Tengo diferencias, pero también tengo coincidencias en el equilibrio fiscal. Lo quiero poner en el texto constitucional. Quiero incorporar al texto constitucional una norma que no le permita al próximo gobernador llenar las empresas públicas de ñoquis o cargos políticas. El ejemplo de Aerolíneas: 12.000 empleados por una empresa que la podrían administrar 300, pierde 2 millones de dólares por día. No quiero que el próximo gobernador pueda llenar las empresas públicas de empleados y hacerlas ineficientes. Nos sucedió con ASSA donde el 80% lo ponía la provincia, ahora solo el 32%.
En el texto constitucional quiero plasmar tres o cuatro cosas: las medidas de seguridad; Estado eficiente, que se terminen los privilegios; los fueros se tienen que terminar en la provincia de Santa Fe, no puede ser que quieran investigar a un legislador y el fiscal tenga que pedirle al cuerpo que que se logre una mayoría agravada para poder investigarla; se tiene que terminar las reelecciones indefinidas. Tenemos que discutir Ficha Limpia y como una persona que tiene una condena en segunda instancia en la Nación puede ser candidato, eso no está bien porque erosiona la base del sistema democrático. Hay montón de instituciones que tenemos que poner en la Constitución provincial para que sea la Constitución más moderna de la República Argentina. No tenemos que retroceder y es el debate que tenemos que tener.
– Dice apostar a una provincia productiva mientras el gobierno nacional para direccionado a un modelo primario. ¿Cómo se hace para defender la producción santafesina?
– Con determinación. Cuando el presidente quiso aumentar las retenciones, fuimos la primera provincia que se plantó en el orden nacional, que después arrastró a las demás pero que nos generó muchos problemas con el gobierno nacional. Sistema de aumento de retenciones al agro y a la industria dijimos no, con mucha claridad vamos a defender al campo y vamos a defender a la industria.
El gobierno nacional apuesta a la primarización, pero nosotros tenemos una oportunidad. Hoy tenemos 300 de las 7.000 industrias que tiene Santa Fe que están trabajando con Vaca Muerta. Más de 1000 van a estar trabajando en Vaca Muerta y en las minerías porque no dan a basto. Inversiones en Vaca Muerta, en minería en provincias del oeste y Santa Fe tiene que estar preparada. Si tenemos la capacidad de tener mil industrias, trabajando y prestando servicios en Vaca Muerta nuestros trabajadores privados van a aumentar y nuestro producto va a aumentar. Tenemos una oportunidad, no tienen con qué. Tenemos toda la industria metal mecánica que tiene el expertise, la formación de los técnicos, de los operarios, tienen gran parte de la maquinaria, ahí tiene que estar el Estado.
A Santa Fe le va a ir bien en la etapa que viene. Es fácil gobernar Santa Fe: Santa Fe tiene una gran potencia productiva, tiene capacidad científica, capacidad tecnológica; tiene suelo, tiene cielo, tiene puertos, tiene turismo, tiene desarrollo. Es otra cosa, pero solamente hay que administrar bien. Hay que dar debates. ¿Qué es lo que le sucedió? No nos animamos a hacer los cambios que teníamos que hacer porque teníamos miedo de pagar costos políticos porque uno cuando se quiere hacer un cambio hay que poner capital político arriba de la mesa porque va a ser cuestionado pero tiene que tener claro donde va.
El momento más complicado de la gestión
Si yo no hubiese tenido determinación, a las políticas de seguridad cuando mataron a cuatro inocentes en Rosario para que vuelva atrás las políticas que ya habían llevado adelante en el Servicio Penitenciario, hoy la seguridad no estaría como está en este momento. No te puedo explicar lo que era dormir esos días con el peso de que los delincuentes habían matado cuatro personas y habían dejado un cartel que me pedían a mí que vuelva atrás con eso. Tenés que tener determinación y saber adónde tenés que llegar.
– ¿Fue el peor momento de gestión?
– Fue un momento muy duro, de mucho aturdimiento, que si tal vez no hubiese pasado por el Ministerio de Seguridad no hubiese tenido la claridad conceptual para sostener el timón. Fue terrible pero había que sostener el timón. Si no hubiese tenido la experiencia del ministerio de Seguridad no hubiese tenido la templanza para entender que había que llegar a ese lugar y que había que sostener. Teníamos reuniones permanentemente con personas que están en el ámbito, con fiscales, y muchos de buena fe nos decían aflojen, aflojen, aflojen. Dije que prefería que mi gobierno termine allí. Era un momento complicado pero no vamos a concederle un milímetro a estos delincuentes, a estos violentos. Pudimos controlar la situación. Dios nos ayudó a que podemos controlar esa situación y hoy estemos en una situación completamente distinta, el costo fue altísimo pero se logró con el orden. Ahora el desafío es mejorar todos los días.
– Tuvo acompañamiento de gobiernos nacional, provincial y de la sociedad
– El gobierno nacional estuvo al lado, vino Patricia Bullrich, vino Luis Petri, Mariano Cúneo Libarona; vino Axel Kiciloff, con el cual no comparto nada, pero tengo una gratitud para siempre con él. Vino y ofreció 500 hombres, móviles, helicópteros, drones, hubo determinación de ayudar. Yo lo voy a valorar siempre. Estuvo la justicia federal y la Justicia provincial; los diferentes niveles del Estado; las fuerzas vivas. Hicimos una reunión en la Bolsa de Comercio de Rosario donde había 62 organizaciones de fuerzas vivas, asociaciones que nos dijeron ni un milímetro atrás ni un paso atrás. Hubo representantes de todos los cultos; los 24 gobernadores y el jefe de Gobierno sacaron un comunicado diciendo ni un paso atrás. Vo valoro mucho eso, no estuve solo.
Con información de El Litoral