Con la postal de Javier Milei y Jorge Macri materializando en Casa Rosada la transferencia de las 31 líneas de colectivos que transitan la Ciudad Autónoma de Buenos Aires -con los subsidios plenos y la tarifa integrada a cargo sin incrementos por el momento- el PRO volvió a mostrar predisposición a la hora de alcanzar ciertos acuerdos con La Libertad Avanza, en particular después de los punzantes cruces que derivaron en tres derrotas consecutivas del oficialismo en el Congreso. Vale decir que no todos los temas de controversia están zanjados entre los integrantes de una alianza, que por ahora, sigue sin estar constituida formalmente.
El expresidente Mauricio Macri logró que se desactivaran operaciones en su contra montadas desde las usinas de la nueva SIDE junto a la estructura que circunda los pasillos de Comodoro Py, y a la vez, que se mantenga en suspensión el pliego del juez Federal Ariel Lijo para ocupar un asiento en el máximo tribunal de la República Argentina. Su primo y titular del Ejecutivo porteño, insistió luego del encuentro de este martes que “preferiría que fuera otro mecanismo” con el que la Nación cumpla los pagos de la Coparticipación Federal a su distrito, y que es el que él llevó como reclamo a la Corte Suprema de Justicia, por lo cual se emitió un fallo en favor de la CABA. La Ciudad pide un goteo de 2,95% diario y la administración central le está dando $20.000 millones por semana. En la sede gubernamental de la Ciudad Autónoma calculan que la deuda acumulada desde que Alberto Fernández recortó los fondos porteños de 3,5% a 1,4% alcanza unos 4,8 billones de pesos.
En el Salón de los Científicos del primer piso de Balcarce 50, el alcalde porteño resaltó frente a los periodistas acreditados que para alcanzar este acuerdo “acá no hubo un interbloque, sino equipos técnicos que tuvieron la voluntad de ponerse a trabajar”, y añadió, “que lo importante es que le demos respuestas a la gente”. También reconoció que “ha habido tensiones públicas, que ha habido posturas del Gobierno nacional y nuestras, pero fuimos encontrando soluciones”. De esa manera, Jorge M. respondió a la ansiedad libertaria que busca conformar a la brevedad una bancada unificada para enfrentar lo que resta debatir en el Parlamento hasta las elecciones del año que viene, donde el mileísmo infiere que resolverá la minoría que tiene en ambas cámaras con apoyo del voto popular.
Tras el respaldo que Propuesta Republicana concedió al aumento en las jubilaciones en el Senado, las cuatro cenas en Olivos entre el actual mandatario y Mauricio Macri otorgó otro fruto más a LLA; el edil capitalino avaló el veto presidencial al cambio de fórmula previsional al manifestarle a El Litoral que “el Gobierno nacional tiene que definir la política macro, y para mí eso no se define desde lo legislativo. Decisiones de mucho impacto en la economía se discuten en el momento del tratamiento del Presupuesto y no se lo altera”, remarcó el dirigente amarillo, que a la vez enfatizó: “Lo digo habiendo sido legislador durante seis años, pero también habiendo sido intendente y ahora jefe de Gobierno”.
En esa línea, reiteró que “un Gobierno presenta un presupuesto, ahí se definen políticas macro, se discute con los espacios políticos, y después hay proyectos que por la magnitud que tienen alteran el espíritu de los roles, entonces me parece que todos sabemos, y el primero que lo reconoce creo que es el presidente, el Poder Ejecutivo Nacional y nosotros, que la gente está haciendo un esfuerzo descomunal, y a todos nos gustaría que le vaya mejor, pero las recetas del pasado, eso de hacer magia nos deja en la catástrofe que nos dejó el kirchnerismo; de 15 puntos de déficit, un país inviable y la destrucción de la cultura del trabajo y el mérito”, aseveró Macri.
Asimismo, subrayó que “va a acompañar el esfuerzo que está haciendo el Gobierno y la gente”, e hizo mucho hincapié en que “no hay gobierno fuerte sin gente que apoye”. En el final de su alocución reiteró lo que es ya es un eslogan entre las huestes del PRO: “Yo no quiero que se vuelva atrás”.
Fuente: El Litoral