Fue un sábado de mucha tristeza para el deporte de la ciudad en general, para el vóleibol en particular y, sobre todo, para el club Villa Dora. La noticia del fallecimiento de Héctor “Guegué” Combes provocó una profunda tristeza, a los 79 años y víctima de una enfermedad que lo tenía mal desde hace un tiempo.
Combes fue el iniciador, allá por 2004, de un plan que se llamó “Plan vóleibol 2012”, con el objetivo de que este deporte no sólo prenda en la ciudad sino que la transforme y la convierta en una potencia a nivel nacional.
Y lo consiguió en el club Villa Dora, que años más tarde se fue consolidando, creciendo y llegó a instancias decisivas en el más alto nivel del país, clasificando para un Sudamericano, algo impensado cuando se inició con este proyecto ideado por este hombre que le dedicó su vida al vóleibol porque lo jugó desde chiquito y luego continuó como entrenador y dirigente.
Allá por el 2013, “Guegué” señalaba en El Litoral que “el Plan Santa Fe Vóley 2012 fue un éxito y ahora continúa. Creíamos que íbamos a tener un techo, por eso decidimos en ese momento ponerle una fecha, pero ahora el techo continúa creciendo y optamos por ponerle de nombre a esta etapa Santa Fe Vóley Villa Dora. Todo a lo que apuntamos se cumplió, absolutamente todo lo planeado. Yo ya me estoy retirando como director del plan, ya está todo encaminado. La dirigencia del club cada vez está más convencida de que la apuesta que se hizo en su momento fue maravillosa en cuanto a resultados y que no fue una utopía. Cuando yo comencé, había 18 jugadores en el club compitiendo en la categoría de ascenso, donde eran segundos, mientras que el equipo de mujeres era quinto. En el primer año, ascendimos. Hoy tenemos 200 jugadores federados, 150 chicos de entre 4 y 12 años, y algunos no federados. También un grupo de unas 50 mujeres adultas, que juegan maxivóleibol. Quienes juegan vóleibol en Villa Dora tienen un gimnasio de alto nivel, con piso sintético de última generación, muy bien iluminado, todo lo que se necesita para trabajar muy bien”.
Tal fue la actuación de “Guegué”, que a la pensión del club se le puso, precisamente, el nombre de Héctor Combes, en homenaje a una persona que se encargó siempre de trabajar sin pausas, desafiando los contratiempos que se le presentaron, para lograr ser alguien no sólo en el vóleibol sino en todo el deporte de Santa Fe. Un verdadero referente que trascendió las fronteras ciudadanas y provinciales para convertirse en un hombre conocido a nivel nacional y que ahora deja un vacío muy difícil de llenar con su partida, aunque el recuerdo y el legado inspire a quiénes se inspiren en su obra.
Fuente: El Litoral