La derrota como local en el debut de la Liga Profesional , sumado a que venía de quedarse afuera de la Copa LPF sin llegar a cuartos, golpeó fuerte en el cuerpo técnico. El cimbronazo, los silbidos contra el plantel y luego insultos y pedido de elecciones anticipadas contra los dirigentes en el hall, llevó a Carlos Tevez a evaluar una posible renuncia para descomprimir la situación, que podría darse si cae el domingo en cancha de Platense, pese a tener el apoyo de la Comisión Directiva.
El 1-3 del sábado pegó fuerte. No llegó a ser una mano de nocaut, pero casi. Carlos Tevez decidió irse sin dar la conferencia de prensa y tuvo todo el domingo libre para pensar. El lunes volvió a Villa Domínico y dirigió la práctica con normalidad, pero en su mente ya estaba dando vueltas la posibilidad de renunciar.
El martes hubo dos reuniones clave en Independiente. La primera se dio por la mañana, antes del inicio de la práctica. Néstor Grindetti, quien hizo habitual su presencia semanal en Villa Domínico, charló con Tevez y le expresó su total apoyo tras una derrota en la que no se vieron respuestas por parte del equipo.
Por otro lado, hubo reunión de mesa chica de CD y se trató el tema Tevez; el presidente tomó la palabra para contar detalles sobre su diálogo con el DT. Además, Adrián Ruocco, representante del Apache, habló por la tarde con Carlos Montaña, vice del Rojo, para expresarle qué es lo que pasa por la cabeza de Carlitos: no está del todo convencido de seguir y se siente cansado de la atmósfera general en Independiente. No tiene todas las fuerzas para continuar en el cargo.
Tal como hizo el martes, Tevez se presentó el miércoles con normalidad para comandar el entrenamiento, que antes de arrancar tuvo una importante conversación exclusivamente entre futbolistas. No obstante, todo indica que, en caso de perder el domingo ante Platense en Vicente López, Carlitos tomaría la decisión de renunciar como DT del Rojo.