Un ataque en la sala de conciertos Crocus City Hall, situado al noroeste de Moscú, ha causado este viernes decenas de víctimas. Los datos preliminares del Servicio Federal de Seguridad (FSB) indican que ha habido más de 40 muertos y un centenar de heridos, según la agencia Tass. Por el momento, se desconoce quiénes son los autores de este acto terrorista, como lo han calificado la Fiscalía y el Ministerio de Exteriores de Rusia. Tanto el Gobierno ucranio como el Cuerpo de Voluntarios Rusos, unidad que combate junto con Kiev contra el Kremlin en la invasión de Ucrania, han negado haber participado en la matanza.
El Crocus City Hall se encuentra en la ciudad de Krasnogorsk, en las inmediaciones de la capital. Un grupo de personas vestidas de camuflaje han entrado al lugar con armas de asalto y han abierto fuego justo antes de comenzar el concierto del grupo Picnic, a las 20.00 (dos horas menos en España peninsular). Todas las entradas, 6.200, estaban vendidas y los vídeos del lugar reflejan el asesinato a bocajarro de algunos asistentes al intentar huir.
Los atacantes han provocado además un incendio en el centro de ocio que alberga la sala de conciertos. En otra sala próxima a la del concierto se estaban celebrando una serie de concursos infantiles con niños procedentes de la región de Vólogda, situada a medio millar de kilómetros al norte de Moscú. Al lugar se han trasladado unidades de las fuerzas de seguridad rusas y del servicio de emergencias. La prensa rusa informa de que quedaron atrapadas numerosas personas, incluidos niños, en la parte del edificio en llamas.
Estados Unidos y el Reino Unido publicaron hace dos semanas una alerta de posibles ataques terroristas en Rusia, poco después de que el FSB anunciara que había frustrado un ataque del Estado Islámico en una sinagoga de la capital rusa. El presidente Vladímir Putin minimizó la amenaza y aseguró que “todo esto se parece a un chantaje absoluto con la intención de intimidar y desestabilizar a nuestra sociedad”.
Washington ha manifestado este viernes que no hay indicios de que Ucrania esté detrás de este ataque terrorista. Tras desdeñar sus advertencias de la pasada semana sobre un posible acto “extremista”, el Kremlin ha pedido información a la Casa Blanca que pueda aclarar la autoría del ataque.
Fuente: El País