A Unión se le escapó una victoria en el último suspiro, luego de malograr varias situaciones, el conjunto rojiblanco se tuvo que conformarse con un empate ante Central Córdoba. Luego del partido, el entrenador Tatengue se retiró sin dar testimonios.

A los 20 minutos del segundo tiempo, Nazareno Arasa se aproximó al banco local para mostrarle una tarjeta al Kily, lo que sorprendió a todos.

El juego continuó y los asistentes se encargaron de hacer los cambios, dando oportunidades a jugadores como Gonzalo Morales y Jerónimo Dómina, quienes no aprovecharon las ventajas que ofrecía la defensa rival.

Luego vino un final lleno de protestas. Los jugadores de Central Córdoba se quejaron por la escasa cantidad de minutos adicionales, mientras que Unión consideró que esos 60 segundos adicionales les habrían permitido llevarse tres puntos valiosos.

Por el protocolo de la Liga Profesional, ni el entrenador ni su ayudante de campo pueden hablar después del partido si ven la tarjeta roja. Esto afectó al ayudante de campo, quien fue sancionado por Arasa cuando todos se acercaron al árbitro al finalizar el encuentro.

Además, se ordenó a los jugadores que no hablaran con la prensa, por lo que el único testimonio disponible fue el de Federico Vera, quien fue elegido como el mejor del partido en la televisión.