El ex presidente Mauricio Macri protagonizará esta semana en Rosario una instancia clave en su camino a la reconfiguración del PRO y, con ella, de la manera en que se articula la relación con el gobierno nacional y con el propio Javier Milei. Pero a la vez, tendrá un encuentro público con el gobernador santafesino Maximiliano Pullaro: el primero con esas características desde un encuentro el año pasado, también en Rosario y en el marco de la campaña electoral.
Fuera de ello, ambos dirigentes se encontraron el 20 de febrero de este año en las oficinas de Macri en Olivos. En ese caso, fue la primera reunión a solas, pero no hubo foto y el temario, según se dijo después, estuvo enfocado en la realidad y las potencialidades de la provincia de Santa Fe, más allá del intercambio de apreciaciones sobre el escenario político.
Esta vez, fuentes de la Casa Gris confirmaron a El Litoral que Pullaro recibirá al ex jefe de Estado en la delegación de Rosario de la gobernación, acompañado por la vicegobernadora Gisela Scaglia. Ninguno de estos datos es menor, considerando el proceso de reconfiguración del PRO que encaró Macri, empezando por volver a la titularidad del partido y que tiene como correlato establecer de qué manera se llevará adelante las relaciones con el gobierno nacional.
Pero también merece atención el hecho de que Scaglia tiene su propio proyecto para el PRO santafesino, en el andarivel opuesto al actual titular del espacio, Cristian Cunha. El también funcionario en el gabinete provincial, quedó en virtual offside luego de suscribir el documento con que Patricia Bullrich cuestionó "la resistencia de muchos gobernadores a compartir el esfuerzo fiscal necesario". Aunque luego lo negó, el episodio generó ruido interno, y repercutió en una mayor toma de protagonismo de su rival interna.
Por otra parte, el núcleo de gobernadores (ahora plantados ante el desafío del Pacto de Mayo y sus múltiples ramificaciones), es considerado en buena medida como el principal núcleo de poder frente al avance de la Nación. Máxime cuando el PRO debe terminar de pasar en limpio qué tan orgánicamente se suma a La Libertad Avanza: si en los términos prácticamente absolutos que pretende Patricia Bullrich o si en los que debe definir Macri, que dialoga permanentemente con el Jefe de Estado, pero que no concretó con él la tan anunciada reunión y foto "de unidad". En esa (in) definición se cifra en parte lo que ocurra esta semana en Rosario.
Agenda
Macri llegará para participar, como todos los años, de Expoagro (donde también estará Bullrich, pero probablemente no de manera simultánea). A la vez, también lo hará para exponer, junto al asesor presidencial Federico Sturzenegger, en un evento de la Fundación Libertad. Y sobre todo, para reunirse con los presidente del PRO del interior, de cara a la renovación de autoridades del partido.
Al respecto, se espera que estén allí, entre otros, referentes como Eduardo Caminal (Entre Ríos), Oscar Agost Carreño (Córdoba), Gabriela González Riollo (San Luis), Damián Garavano (Corrientes), Daniel Hollman (Chubut) y Aníbal Tortoriello (Río Negro).
Macri, por su parte, se encamina a encabezar el 21 de marzo una lista de unidad para volver a ponerse al frente de su partido. La propuesta contaría con el apoyo de Horacio Rodríguez Larreta y, al menos por defecto, de Patricia Bullrich. El primero de los cuales se pronunció "en contra de entregarle el PRO a Javier Milei".
"Estoy en contra de entregarle el PRO a Milei, en contra de las propuestas de fusión, de cogobierno, no estoy de acuerdo. Que quede bien claro eso. Que después en el Congreso apoyemos las iniciativas del Presidente es válido", dijo Larreta a Clarín.
Y añadió: "Cuando lo creamos, era un partido para cambiar la Argentina sumando gente con vocación pública, que venía del peronismo, del radicalismo, de los partidos de centro. Se valoraba esa experiencia en la gestión. Teníamos una visión de sumar, de respetar al que piensa diferente, de no entrar en la confrontación ni en las agresiones. Yo sigo creyendo en esos valores. El PRO no apoya populismos, ni de izquierda ni de derecha, no tiene nada que ver con proyectos mesiánicos, con posiciones extremas", consideró.
Por la otra banda, Bullrich, ex titular del partido y actual integrante del Gabinete nacional, tras vaticinar que por ese camino Larreta "se va a quedar en una soledad política muy grande", advirtió que en su momento "nos tocó la posibilidad de hacer un cambio y no fuimos tan profundamente y ahora tenemos la posibilidad de acompañar ese cambio, tenemos que ir profundamente, no podemos quedarnos a mitad de camino", sentenció.
Y, directamente a Macri, le aconsejó "poner las ideas por encima de la burocracia política. Ese es el gran desafío, el PRO tiene que ser un partido de ideas, no un partido transaccional, no uno de cargos".
Dos extremos entre los que deberá moverse el fundador del partido a la hora de reposicionarlo (y reposicionarse). Un movimiento en el que tendrá que ver lo que se hable esta semana en Rosario.
Info: El Litoral.