Claudio Perusini es un santafesino de 64 años que protagonizó el milagro que convirtió en santa a Mama Antula, la primera mujer argentina en canonizarse. Hace siete años que sufrió un accidente cerebrovascular (ACV) y logró recuperarse contra todo pronóstico, y una fuerte devoción de su familia que le rezaba a la por entonces beata Mama Antula. Este domingo se llevará a cabo la ceremonia de canonización en el Vaticano, donde Perusini estará presente.
Como si esto fuera poco, el santafesino será protagonista de otro hecho trascendental en el escenario social y político argentino, ya que en la canonización estará presente el presidente de la Nación, Javier Milei. Será el primer encuentro entre el mandatario y el Papa Francisco. Cabe recordar que Milei tuvo muy fuertes expresiones contra el Sumo Pontífice, asegurando que era "el representante del maligno en la tierra". Pese a esto, el Papa Francisco declaró que "las palabras en campaña electoral van y vienen", y aseguró "listo para iniciar un diálogo" con el presidente.
"Estamos sorprendidos y conmovidos por todo lo que significa. Nos cuesta poner en palabras todo esto porque las emociones son muchas. No esperábamos que la canonización saliera tan rápido", dijeron Claudio y su esposa María Laura a medios rosarinos.
Sobre que la canonización coincida con el primer encuentro entre el Papa y el presidente, consideraron que "es todo un mensaje para los argentinos, para que nos unamos por este país".
"Nos llenamos de discusiones mientras hay que trabajar juntos para levantar el país. Entendemos que hay que aceptar que podemos pensar distinto y eso no significa que el otro es un enemigo. Es un signo que hay que leer: tanto que vaya el presidente como que el Papa lo reciba", celebraron.
La historia
Perusini se radicó en Río Gallegos (Santa Cruz) con su esposa María Laura durante su juventud. Juntos tuvieron dos hijos, Juan e Ignacio, que volvieron a Santa Fe para estudiar sus carreras universitarias. En una de las visitas de Perusini y su esposa a su Santa Fe natal, para compartir unas vacaciones junto a sus hijos en julio del 2017, su vida dio un vuelco inesperado cuando sufrió un accidente cerebrovascular.
"Me acuerdo muy poco. La verdad es que en el momento no me di cuenta", confesó en diálogo con UNO Santa Fe. El docente fue trasladado de urgencia al Hospital Cullen, y su esposa recuerda vívidamente el momento. "A la media hora una enfermera me da la alianza y me dice preparate que esto va a ser largo, tanto si vive como si muere. Nos permitieron pasar para despedirnos a la sala de cardiología, pero ya no era Claudio, el no estaba allí", relató María Laura. La única chance de que siguiera con vida, según apuntaron los médicos, era en estado vegetativo.
La lamentable noticia corrió rápidamente entre los allegados a la familia, y también a los oídos de monseñor Ernesto Giobando, quien se desempeña como Obispo en Buenos Aires y había sido compañero de primaria de Claudio. Giobando viajó hacia Santa Fe para apoyar a la familia y encomendarse en oración para ayudar a su amigo. Luego de horas de rezo en la cama de Claudio, reunió a la madre, esposa e hijos. "¿Conocen a Mama Antula?, hay mucha gente que le está rezando, vamos a pedirle que interceda ante Dios por Claudio", les dijo.
María Laura cuenta que no conocía a la por entonces beata, pero a raíz del pedido de Monseñor Giobando comenzó a interiorizarse en la vida de la laica santiagueña que en el siglo XVIII abandonó su Villa Silípica natal a pie, predicando el mensaje de los Jesuitas. "Se convirtió en mi compañera. Mañana, tarde, y noche le pedía que Claudio no muriera", contó María Laura.
Antes de volver a Buenos Aires, monseñor Giobando dejó en la mesita de luz de Claudio una estampita con la figura de quien será la primera santa argentina de la historia. Lo curioso es que al otro día la estampita desapareció. Ante la desesperación de María Laura, enfermeros y médicos la buscaron "por todos lados", pero la figura no apareció hasta que, una semana después, fue trasladado a terapia intermedia debido a que sus signos vitales mejoraron. "Por donde anduvo la estampita no lo sabemos, pero desde allí la conservamos", indicó la esposa de Claudio.
"A mi me parecía que todo lo que pasaba era natural. Tenemos sobrinos médicos que se sorprendían y decían ‘esto no puede ser’, y otros manifestaban abiertamente que esto era un milagro", recordó Claudio a UNO Santa Fe.
En febrero del 2018 monseñor Giobando le propuso a la familia presentar el hecho ante el Vaticano para la canonización de Mama Antula. A partir de allí, Claudio y María Laura recolectaron la historia clínica de lo ocurrido, estudios médicos, testimonios y testigos. El proceso concluyó más de cinco años después, la semana pasada, con la noticia de que finalmente Mama Antula será declarada Santa por el vaticano.
"Se ha metido en nuestra vida. Despierta admiración por su historia y su vida. Lo primero que aprendí a leer nuevamente fue una historia de Mama Antula, aunque tardaba más de dos horas en leer una hoja", rememoró Claudio.
"Yo creo que milagros hay todos los días, a cada rato. La única diferencia fue que este lo registramos. Y yo no soy el protagonista, la protagonista es ella", subrayó.