Inmediatamente después del descenso, varios jugadores expresaron su interés en regresar a Colón. Uno de ellos fue Gabriel Graciani, quien estaba finalizando su contrato con Instituto. Estuvo atento a una posible oferta, especialmente después de que Víctor Godano ganara las elecciones. Sin embargo, sus tiempos no coincidieron y en los últimos días aceptó la propuesta de Ñublense de Chile.
Justo cuando estaba finalizando los detalles con el equipo chileno, recibió la esperada llamada del Sabalero, pero ya era demasiado tarde, ya que ya había comprometido su palabra. Así lo admitió el centrocampista en una entrevista con Radio Sucesos de Córdoba: «Jugar en Colón es algo que tengo pendiente. Justo recibí el llamado ahora que tengo la posibilidad de ir al exterior. Los que me conocen saben que cuando digo las cosas es con la verdad y con el corazón».
«Fue una decisión muy difícil, la pensé durante muchos días. Me quedo con los momentos vividos, con el cariño de la gente. Sufrimos y disfrutamos al mismo tiempo».
A pesar del intento del Sabalero, el Tano Graciani acordó un contrato con el club chileno hasta diciembre de 2024. La demora en el traspaso de mando, claramente, complicó las intenciones de la nueva comisión directiva.
Como cualquier jugador, estaba dispuesto a escuchar, pero ante la incertidumbre priorizó la seguridad y, por supuesto, lo económico. Algo que no hubiera tenido relevancia si Colón hubiera aparecido, lamentablemente para él, lo hizo demasiado tarde.
