Sergio Massa y Javier Milei lograron vencer el escenario de tercios y se enfrentarán el próximo 19 de noviembre en el balotaje que definirá al próximo presidente de los argentinos. El candidato de Unión por la Patria revirtió el resultado de las PASO y sacó 7 puntos de diferencia al líder de La Libertad Avanza, cuyo crecimiento fue escaso en comparación con las Primarias. El electorado relegó al tercer lugar -y dejó fuera de competencia- a Patricia Bullrich reconfigurando una vez más el mapa político nacional.
En los comicios del 13 de agosto UxP cosechó el 27% de los votos, de los cuales 21% fueron del ministro de Economía y 6% de su contrincante en la interna, Juan Grabois. A nivel fuerzas, la del oficialismo había salido tercera. Anoche, con el apoyo de más de 9.6 millones de argentinos, alcanzó el 36,61%. LLA había sacado casi el 30% y este domingo ese porcentaje se estiró apenas a 30,03%.
En la categoría de voto a presidente, el oficialismo se había impuesto solo en 5 provincias de los 24 distritos de todo el país: Buenos Aires, Chaco, Formosa, Santiago del Estero y Catamarca. Ahora, llegó a 13: más de la mitad del mapa pintado de celeste. Repitió el triunfo en las 5 mencionadas y revirtió el resultado en Corrientes, Entre Ríos, La Pampa, La Rioja, Río Negro, Santa Cruz, Tierra del Fuego y Tucumán.
Y completo con detalles que describen el peso decisivo que tuvieron en cada provincia el aparato partidario. La maquinaria peronista funcionó este domingo a todo vapor y hubo un salto cuántico de las PASO a las generales: Massa acumuló 1,4 millones de votos más sólo en la infinita Buenos Aires y otro millón en las 10 provincias más pobladas. Para poner dos ejemplos: en Santa Fe, en las primarias el PJ tuvo 386 mil votos y ayer 600 mil (así y todo quedaron segundo); y en Tucumán de Juan Manzur, pasaron de 314 mil a 471 mil votos (en este caso sí pasaron al primer puesto).
El mayor caudal de votos se lo dio el territorio bonaerense. Con su fuerte en los municipios del conurbano, el peronismo domina la provincia con más electores de todo el país: 13.110.768. Allí Massa se llevó el 42%, 10 puntos porcentuales más que en las Primarias, que le permitieron además consolidar la reelección al gobernador Axel Kicillof.
Pese a que prácticamente no había hecho campaña, a no contar con estructura política y a que sus candidatos a gobernador habían tenido desempeños muy pobres, en las Primarias Milei ganó en 16 provincias. Este domingo hubo un retroceso de la ola libertaria: ganó en Chubut, Córdoba, Jujuy, Mendoza, Misiones, Neuquén, Salta, San Juan, San Luis y Santa Fe. En la comparativa cedió 6 provincias, pero en mayoría de las que perdió logró mantenerse segundo y así entrar al balotaje.
La Libertad Avanza mostró una performance aplastante en San Luis donde sacó el 43% superando por más de 10 puntos a UxP; y en Mendoza donde obtuvo el 42% y una diferencia de 20 con Massa. Sin embargo, en esta última, que representa el 4,22% del total de votantes a nivel nacional, tuvo un retroceso de 3 puntos en términos porcentuales con respecto a las Primarias.
En las PASO Milei obtuvo 7.116.352 de votos, mientras que anoche logró sumar el apoyo de 753.561 de electores alcanzando los 7.869.913 de votos.
Unión por la Patria había conquistado los 5.070.104 de sufragios de Massa y 1.390.585 de la lista de Grabois. Este domingo el ministro de Economía lideró la elección con 9.618.525 de votos.
Juntos por el Cambio perdió en todo el país. Solo logró hacerse fuerte en la Ciudad de Buenos Aires donde Bullrich sacó el 41 por ciento sacándole 9 puntos de diferencia a Massa y dejando tercero a Milei que apenas llegó al 16%. En las PASO la coalición opositora había conseguido los 4.022.466 de votos de la referente del PRO y 2.675.563 de Horacio Rodríguez Larreta. De acuerdo al resultado provisional, Bullrich perdió más de 400 mil votos en comparación con el 13 de agosto.
Frente a este escenario, Massa y Milei se preparan para encarar la última etapa de la campaña. La definitoria, la del balotaje del 19 de noviembre. Desde sus respectivos búnkeres enfocaron sus discursos a seducir al electorado que nos votó pero con los cuales puede haber puntos de encuentro.
“Quiero convocar a que entendamos que la Argentina que viene es la Argentina del abrazo, del campo y la industria, del interior y la ciudad, del desarrollo ferroviario, de empresarios y trabajadores sentados en la misma mesa, construyendo la suma de capital y trabajo. Más desarrollo argentino. Quiero convocarlos a que tengamos la capacidad de poder poner punto final a la idea de la destrucción del otro, a la idea del amigo-enemigo. Si hay algo que ha quedado claro en esta elección es que la grieta se murió y empieza una nueva etapa desde el 10 de diciembre en mi gobierno”, expresó el ministro de Economía.
Mientras que el diputado libertario felicitó a Jorge Macri por su elección en la Ciudad y a Rogelio Frigerio por la suya en Entre Ríos, y planteó: “Estoy dispuesto a barajar y dar de nuevo con el objetivo de terminar con el kirchnerismo”.
“Más allá de nuestras diferencias, lo que tenemos que entender es que enfrente tenemos una organización criminal y que no va a dejar barbaridad por cometer con tal de sostenerse en el poder. El kirchnerismo es lo peor que le pasó a la Argentina”, agregó.
“No podemos permitir que el kirchnerismo nos siga destruyendo la vida. La elección que tenemos por delante es muy clara: o cambiamos o nos hundimos”, remarcó el economista.