El proyecto de Presupuesto 2024 que presentó el viernes a última hora el Poder Ejecutivo ante el Congreso, además de plantear las perspectivas para la economía del año próximo, deja avizorar qué espera el Ministerio de Economía para los próximos meses, en medio del proceso electoral. En esa hoja de ruta corta aparecen elementos decisivos: una economía con caída en sectores clave como industria y construcción, un baja en la inversión, un leve crecimiento del consumo, un dólar oficial descongelado y un marcado déficit en la balanza comercial.
En ese listado de variables macroeconómicas el Palacio de Hacienda estimó una inflación de casi 70% de punta a punta (90% promedio anual), un PBI con crecimiento de 2,7%, fuerte superávit de la balanza comercial tras el impacto de la sequía de este año, y un déficit primario de 0,9% del PBI, en línea con el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. Para algunos analistas esa nominalidad está muy alejada de la realidad: el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central espera una inflación de casi 170% este año y casi 120% para 2024.
En todo caso, con esos asteriscos planteados, el proyecto de presupuesto hace una mirada un poco más acá en el tiempo y hace una estimación de cómo terminará el año bajo la administración actual del Frente de Todos. En ese sentido, el PBI habría caído, cuando termine el 2023, un 2,5%, algo que el oficialismo adjudica en buena parte al efecto que tuvo la sequía en la actividad y en las cuentas públicas. “El PIB se proyecta con una caída del -2,5% para 2023, afectado por el desplome en la cosecha gruesa a causa de la peor sequía de la historia”, menciona el documento.
En detalle, algunos de los sectores clave más allá del agro (que se desplomaría un 20,7% a lo largo de todo 2023 debido a los derrumbes en la cosecha de soja por -43,2% y maíz con -30,5%) también tendrán números en rojo cuando finalice el año. De esa forma, plantea el presupuesto, la industria habrá tenido una caída de 2,6%, mientras que el comercio lo habrá hecho en 2,1 por ciento. “En suma, los rubros de bienes disminuyen en promedio -5,2% y los servicios -0,4%”, apunta la ley de leyes.
Por otro lado, respecto a la demanda, el consumo privado como el público tendrán un leve crecimiento de 0,9%, mientras que la inversión caerá un 4,3% y las cantidades exportadas de bienes y servicios tendrán un retroceso de 8,7%, también explicado en buena parte por el impacto de la adversidad climática.
Ese comportamiento en el frente del saldo comercial hará terminar a la economía con un marcado desequilibrio entre exportaciones e importaciones.“En cuanto al valor exportado de bienes y servicios, disminuiría -17,8 por ciento. El valor de las importaciones se reduciría un -7,1%, generando un déficit comercial de USD 5.961 millones (superávit de USD 5.389 millones en 2022)”. En los primeros siete meses, cubiertos con datos oficiales, el déficit de balanza comercial de USD 5.142 millones.
El proyecto de presupuesto también asegura que hasta fin de año debería haber un descongelamiento de tipo de cambio oficial que sea explicado por un ritmo de depreciación administrada (crawling peg) muy por debajo de las expectativas de inflación para los últimos meses del 2023.
“En relación a la evolución del Tipo de Cambio Oficial (TCO) y de la tasa de inflación hasta fines de año, se han asumido proyecciones que están sujetas a modificaciones de política macroeconómica en función de los resultados electorales de meses venideros”, mencionó el Presupuesto.
Esas tres variables son: un mantenimiento del tipo de cambio oficial hasta el 15 de noviembre a $350; “subas diarias posteriores (crawling peg) a una tasa mensualizada del 3%, de modo que al 31 de diciembre de 2023 el valor del dólar alcanzaría un precio de $366; y por último “subas del salario privado registrado del 1,8% interanual real a diciembre de 2023 respecto a diciembre de 2022″, planteó el proyecto.
Ya para 2024, respecto a la actividad económica, el presupuesto prevé una recuperación del 2,75 por ciento, sostenido en el agro y a pesar de que la industria y el comercio continuarían en caída, mientras otro rubro clave como la inversión volvería a cifras positivas.
“En 2024, el crecimiento del PIB estaría motorizado por el repunte del sector agropecuario (32,2%), debido centralmente a la recuperación prevista en la cosecha de soja y maíz. A nivel sectorial, la industria y el comercio se proyectan con bajas de -0,5% y -0,8%, respectivamente, debido al fuerte arrastre estadístico negativo de 2023″, mencionó el texto de ley girado al Congreso.
“En suma, los rubros de bienes crecen en promedio un 6,1%, por encima de los servicios, que suben 0,9 por ciento. Por el lado de la demanda, se prevé la recuperación de todos los componentes; en particular, el consumo privado crece 0,8% y la inversión 1,6% (guarismos también afectados por el arrastre negativo de 2023)”, continuó.
Ya sin el impacto de la sequía, a priori, el frente externo mostraría una fuerte mejora con un superávit mayor a los USD 9.000 millones. “Las cantidades exportadas de bienes y servicios se proyectan con un salto en 2024 (17,4%) a partir de la recuperación prevista en la cosecha gruesa (…) mientras que el volumen importado también continúa avanzando traccionado por el crecimiento económico, pero con una elasticidad al PIB progresivamente decreciente”, asegura el documento.
“El valor exportado de bienes y servicios se proyecta con un incremento de 19,6% y el valor importado con una suba de 1,4% en 2024, resultando en un superávit comercial de USD 9.372 millones ese año, que desciende hacia adelante con el crecimiento económico (USD 4.782 millones en 2026)”, mencionó.
Por último, la inflación. El proyecto de Presupuesto 2024 estima un 70% de inflación de punta a punta, pero 90% promedio anual (que es el número con el que se estiman las variables vertebrales de la ley de ingresos y gastos).
De todas formas, la aclaración vuelve a aparecer en el texto de ley: “Se han utilizado valores tentativos que deben considerarse con una cautela especial, atendiendo, como se mencionara antes, a los posibles cambios de políticas macroeconómicas a poner en práctica, por quienes hayan sido electos en las elecciones de los próximos meses”, alertó el Poder Ejecutivo.