Todos los caminos del delantero colombiano Bryan David Castrillón Gómez parecían estar terminados con Unión cuando finalizó el campeonato anterior y arrancó el mercado de invierno antes de esta Copa de la Liga. En medio de las famosas inhibiciones, su representante (Pascual Lezcano, el mismo de Yeison Gordillo y Gustavo Munúa) fue clave en facilitar cientos de miles de dólares para destrabar la penalidad de la FIFA, procedente de tres clubes sudamericanos, uno uruguayo (Plaza Colonia por Mele) y dos colombianos (Nacional por Álvez y DIM por el mismo Castrillón).
"El extremo izquierdo colombiano Bryan Castrillón será incorporación Tatengue. Tiene 23 años y proviene de Independiente Medellín de Colombia. Luego de la revisión médica firmó contrato por 18 meses con opción de compra", informaba oficialmente el Club Atlético Unión en el mes de junio del año pasado. En la temporada 2022, con Munúa, jugó 26 partidos y marcó 2 goles. Este año fue perdiendo continuidad con los otros entrenadores: apenas 12 partidos y otros 2 goles.
El préstamo total de Bryan Castrillón, de club a club, tiene un costo de 150.000 dólares, de los cuales Unión "ya se sacó de encima" unos 60.000 a la hora de levantar las tres inhibiciones de la FIFA en este último mercado. En medio de esa intervención entre tatengues y cafeteros, estaba casi instalado que el jugador no volvía más. Primero, porque había perdido chances de protagonismo y casi no jugaba; segundo, porque Unión podía bajar de su planilla mensual un salario "pesado"; tercero, porque su club de origen, el DIM (Deportivo Independiente Medellín) lo pretendía de vuelta en casa.
En este sentido, suenan las dos campanas, como en toda historia de conflicto en el fútbol moderno, considerando que el jugador volvió a Casasol, tiene un contrato vigente firmado y no será tenido en cuenta por el entrenador Cristian Alberto González:
-1) En Unión dicen que "como no pudo conseguir club, no le quedó otra que volver y entrenar acá, aún sabiendo que no será tenido en cuenta, no tendrá minutos y quedará colgado hasta el mes de diciembre"
-2) En el entorno del jugador dicen que "hubo ofertas varias pero Unión lo liberaba si los colombianos del DIM resignaban esos 90.000 dólares que todavía el Tate les debe para completar los 150.000 dólares del préstamo firmado en junio del año pasado y por 18 meses"
Así las cosas, con un jugador que sabe que acá no jugará más y dos clubes en el tironeo, fue imposible "que se pongan de acuerdo". En ese mismo tiempo, fueron cerrando la mayoría de los mercados que eran factibles para un jugador como Bryan Castrillón. "No vamos a perder 90.000 dólares por tres meses de contrato", fue el mensaje que llegó desde Medellín a Santa Fe.
En consecuencia, el futbolista volvió a armar las valijas y no le quedó otra que volver. Jugar, se sabe, no va a jugar. Además de pagarle el salario por estos meses de vacaciones en Argentina, Unión deberá cerrar esos otros 90.000 dólares. Conclusión: todas las partes perjudicadas, fundamentalmente el Tate que deberá "pagar o pagar para no ser nuevamente inhibido" y el profesional que se quedará "colgado" corriendo alrededor de las canchas en Casasol. Del mismo modo, en menor medida, el DIM porque cuando Castrillón vuelva en 2024, se estará hablando de un jugador de fútbol que durante un semestre nunca tocó una pelota de fútbol.
Por otro lado, en una versión que Unión no termina en reconocer del todo, hay una cláusula a favor del DIM que indica que "si Castrillón juega determinada cantidad de partidos, el club argentino se obliga a comprar una parte de su ficha". Hasta aquí, en total, jugó 38 partidos y marcó 4 goles. Este apartado, claramente, hoy implica un riesgo con el tema de los dólares en Argentina.
Del otro lado, a favor de Unión, estaba la figura contractual para "interrumpir el préstamo antes de tiempo" (diciembre de 2023), algo que ya no corre porque los mercados hacia donde podía ir Castrillón están todos cerrados. En consecuencia, sin acuerdo de partes, el colombiano Bryan Castrillón se quedará de vacaciones en Unión hasta el mes de diciembre. Sin dudas, un dolor de cabeza. Lo único que falta, para completarla, es que el colombiano se "lesione solo" corriendo alrededor de una cancha en Casasol.
Darío Pignata para Radio Gol y El Litoral