Sergio Massa anunció el 25 de agosto, desde la localidad cordobesa de Tío Pujio, el lanzamiento de la obra “Reversión del Gasoducto Norte” (La Corporación Andina de Fomento aportará US$540 millones) para abastecer al NOA; la obra permitiría -si Bolivia hace lo propio en sus redes- exportar el combustible a Río Grande do Sul e incluso reactivar allí (lo explicitó el Massa) una planta de fertilizantes que -paradoja mediante- competirá con la que se construye en Bahía Blanca. La convocatoria se estima en unos US$3 mil millones; el ministro quiere que se inaugure el 14 de mayo, “gobierne quien gobierne”.
El candidato espera además lanzar esta semana la licitación del segundo tramo del gasoducto Néstor Kirchner, para el cual los oferentes tendrán que aportar financiamiento en dólares. Ese es el “detalle” que le faltó aclarar al gobierno para abastecer al gasoducto del NEA revertido.
Son 467 kilómetros desde Salliqueló hasta San Jerónimo (Santa Fe) que complementan el tramo de Tratayen (Neuquén) hasta Salliqueló (Buenos Aires), a lo largo de 573 kilómetros por los que recorre el combustible generado en Vaca Muerta.