Mientras se desconcentraba la movilización en el Obelisco en reclamo por la muerte de Facundo Molares, el manifestante que falleció ayer tras ser detenido en el marco de otra movilización, un grupo de encapuchados comenzó a tirar piedras e intentó incendiar un puesto de monitoreo de la Policía de la Ciudad.
El hecho ocurrió pasado el mediodía en las oficinas que la fuerza de seguridad tiene sobre Diagonal Norte, en dirección a Plaza Lavalle.
Hubo destrozos de vidrios y uno de los sectores de la estructura ardió producto del estallido de varias bombas molotov. Un cordón de efectivos de la Guarda de Infantería llegó de inmediato hasta lugar y se ubicó frente al edificio, mientras crecía la tensión con los manifestantes que recogían piedras de un volquete lleno de escombros.
El centro también recibió pintadas de ese grupo de manifestantes, con leyendas como “¡Muerte a la Gorra” y “Nunca seré policía”.
La situación se volvió más confusa aún cuando algunos representantes de las agrupaciones como Barrios de Pie y la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (Utep) se estaban retirando, y se acercaron hasta el lugar a pedir que dejen de arrojar elementos contra la dependencia policial. Varios militantes denunciaron la presencia de “infiltrados” en el lugar.
Cuando las piedras dejaron de ser arrojadas, una veintena de miembros de la Infantería de la policía porteña rodeó el edificio atacado. Y un grupo de al menos 30 motociclistas de la Policía de la Ciudad se sumaban al operativo de manera preventiva.
Los efectivos motorizados avanzaron por la avenida Corrientes hasta la 9 de Julio y completaron la liberación de la zona del Obelisco. A la par, lo gran mayoría de los manifestantes se había desconcentración de la protesta.